Los bosques han sido usados por las películas y libros de terror desde hace ya mucho, el efecto que tienen sobre la persona que los lee o observa es impresionante. Los grandes escritores y directores han utilizado los bosques profundos como ambientes siniestros donde las peores desgracias suelen ocurrir. Pero a pesar de que el titulo de esta historia suena mas bien sacado de algún libro o película de horror, Aokigahara, mejor conocido como "El bosque del suicidio" es tan real como tu, y como yo.
Te lo advierto desde ya, aquí veras imágenes totalmente reales y muy duras.
Cientos de miles de personas al año se dirigen a este lugar, y han decidido quitarse la vida por alguna razón. Todas las imágenes que estas a punto de ver son de muchos desamparados que tuvieron la mala suerte de encontrar este lugar mientras sufrían una tristeza muy grande.
Aokigahara, en español, significa "Mar de Arboles".
No se sabe exactamente si es por la densidad de su vegetación o por el ambiente que este lugar produce, pero solo basta adentrarse unos metros en Aokigahara para darse cuenta que este lugar ha sido el anfitrión de cientos de personas.. y que fue el ultimo lugar que ellos visitarían en vida.
Un lugar de muerte masiva.
Un documental producido porSantiago Stelley en 2010 registró el lugar con ayuda del guía de la zona Azusa Hayono, geólogo y guardián del bosque situado al pie del monte Fuji, en el centro de Japón. Actualmente Aokigaharae es el territorio con la mayor tasa de suicidios del país, y al mismo tiempo es uno de los que registra la tasa de suicidios mas elevada del mundo.
Los escalofríos invaden el cuerpo de cualquier persona que se acerque a este bosque sin siquiera poner un pie dentro de el, ¿Quieren saber por que? Porque en el estacionamiento ubicado fuera de este sitio se puede ver a simple vista cientos de autos abandonados.
Estos fueron abandonados por aquellas personas que decidieron entrar al bosque y nunca mas salieron.
La relación con la muerte de este auténtico mar de árboles comenzó en el siglo XIX, cuando en una época de fuertes hambrunas, cientos de familias dejaban allí a niños y a ancianos que no estaban en condiciones de mantener para que, luego de meses, murieran.
La mitología que se fue construyendo a su alrededor con el correr de los años terminó en consagrarlo como un centro de atracción para quitarse la vida en 1993, con la publicación "El completo manual del suicidio", de Wataru Tsurumi.
En esta guía para el suicida, el autor recomienda a Aokigahara como el sitio perfecto para terminar con la vida. Esto tubo tanto impacto entre la comunidad japonesa que, al registrar los cuerpos de quienes se quitaron la vida en este lugar, se encontraron junto con sus cosas al menos un ejemplar del libro.
Cientos de metros de cintas de todos los colores cruzan entre los árboles y las plantas en múltiples direcciones, este es conocido como el rastro que dejan las dudosos.
Estas personas son catalogadas como los que todavía no tomaron la decisión y quieren tener la posibilidad de seguir viviendo. Entonces, si llegan a arrepentirse a último momento, necesitan que la cinta los guíe de vuelta a la salida.
Si no, la muerte sería casi segura por lo difícil que resulta orientarse.
Hasta existe el mito de que las brújulas no funcionan ahí adentro.
Pero las cintas no son el único indicio de que muchos van a este lugar sin tener la decisión definitiva. Es común encontrar carpas, probablemente llevadas por quienes prefieren tomarse días y hasta semanas para por fin tomar la osada y triste decisión.
Por supuesto, las tiendas y campamentos que aparecen vacíos son un testimonio de los que, luego de dudar mucho, eligieron finalmente morir.
Lo que sin dudas paraliza a cualquiera que visite Aokigahara es encontrarse directamente con la muerte. En el caso más suave, horcas cortadas y tiradas en el suelo.. cientos de ellas, como si 100 o 200 personas hubieran decidido tomar su vida en tan solo un día.
Los guardias bajan a los difuntos y dejan las cuerdas en el piso. Por lo que esto crea un páramo interminable de ellas, si alguien se dedicara a contarlas una por una, se llevaría la sorpresa de encontrar mas de 10.000 horcas.
Lo que resulta más difícil de soportar es la presencia de esqueletos sin el más mínimo resto de carne, pero totalmente vestidos: con chaleco, pantalón, zapatos y medias intactos. Los cuerpos aparecen de a montones porque, por lo difícil que es acceder al bosque, las autoridades solo entran para investigar los cadáveres sólo una vez por año.
En un intento por detener esta hola de suicidios en masa, el Gobierno local dejó de difundir todas las estadísticas a la población. De todas formas se sabe que la mayoría acaba con su vida ahorcándose y, en menor medida, con una sobredosis de pastillas para dormir.
Entre las pertenencias de aquellas pobres almas siempre se encuentran sus ultimas palabras, leerlos es lo mas fuerte de todo esto.. tu puedes sentir la agonía de esta persona en sus últimos momentos, y si estas dispuesto y tienes las agallas, puedes leer mas de cien testamentos en un día.
"Nota suicida: Vine aquí porque nada bueno pasó nunca en mi vida. No me busquen."
Para personas que no pueden aguantar la insoportable soledad de la vida en el mundo contemporáneo, este bosque donde es tan fácil perderse y no ser encontrado nunca más por nadie, parece el lugar ideal para una muerte solitaria.
"La vida es un regalo precioso de tus padres. Por favor piensa en ellos, en tus hermanos e hijos. No te guardes lo que te pasa. Habla de tus problemas".
"La vida es maravillosa, disfrútala."
"Por favor, no entres a este bosque solo."
Debajo de este mensaje está el número de teléfono de la Asociación de Prevención del Suicidio.