Eran los años 50, no había Playstation, no había Nintendo, no había Xbox. Los niños pequeños se divertían de manera distinta.
En aquel entonces iban a parques de diversiones, eran mucho mas sociables.
Así que en este pequeño pueblo rural de los Estados Unidos, los chicos hacían su propia juventud en este parque, que quedaba aledaño a un bosque que llenaba el parque de hojas otoñales, sembrado con una alfombra de hojas secas.
En aquel parque había columpios, resbalines, ruedas en el suelo, caballitos de metal.
Básicamente era el sueño perfecto para cualquier niño en aquella época, ese lugar lo tenía todo.
Pero la atracción principal de ese parque, un juego al que todos querían subir, era un tren con cara de payaso. Un tren donde se podían subir unos 15 niños, avanzaba muy lento hasta ir tomando velocidad al mismo tiempo que producía mucho ruido, un sonido estruendoso.
Entonces llegaba un punto donde pasaba por una cueva alargada con forma de casa, como un prolongado túnel de amor en donde todo era oscuro, y luego el tren emergía del otro lado.
Los niños siempre gritaban de alegría al entrar y salir de aquel túnel, se lo pasaban muy bien en aquel tren con cara de payaso. Era muy divertido.
¿Quieren saber una cosa antes de continuar?
Esta no es una historia de terror, esta es una historia real, es una leyenda de hecho.
Era muy difícil lastimarse en el parque, por cualquier causa.
Pero el tren era distinto, porque si bien no iba tan rápido, era un sistema primitivo.
De hecho, el gas que lanzaba por la chimenea, era toxico.
Pero esto no era algo que importara realmente, después de todo estaba al aire libre y no llegaba a intoxicar a nadie.
Pero tras todos después de la escuela e incluso los fines de semana, los mismos niños pasaban tardes o días completos en ese parque, y los mismos niños se subían una y otra vez al mismo tren, empezaron a exponerse a este gas.
Aquel gas toxico.
Y bajo el consentimiento de los adultos que ignoraban este hecho.
Era como los juguetes con plomo.
Cuando salieron, nadie sabia que eran venenosos, esto era exactamente lo mismo.
Ves tras ves, se tomaban turnos para subir a ese tren, era el placer del día.
Y todos reían, se divertían, la pasaban muy bien.
Hasta que el tren falla.
Y como las coincidencias aveces son muy malditas, y muy de la vida real.
Este tren falla dentro de esa cueva alargada con forma de casa.
Justo en el medio, se detiene lentamente, lleno de niños.
Y con la chimenea echando humo.
Aquellos niños se reían sin parar, incautos, ignorantes ellos, y por supuesto bajo la regla de:
"Mariquita el primero que se le ocurra bajarse"
Además estaban todos a oscuras, gritaban y se reían, era algo emocionante.
Eso que para los adultos era un fastidio y un error, para ellos era emocionante.
Y se rieron, y se rieron.
Hasta que las risas empezaron a apagarse lentamente.
Al cabo de varias horas llega una madre corriendo al parque de manera desesperada.
Pero no corriendo porque ya es hora de que su hijo vuelva a casa; sino porque varios niños aterrorizados y llorando salieron corriendo del parque directo a la calle, pero lo habían hecho por una buena razón, estaban llamando a un adulto.
Y la primera que llego ahí fue aquella mujer, cuando comenzaron a llegar los demás encontraron la fuente de los llantos de los niños, aquella cueva larga con forma de casa. Entraron con linternas, pero cuando el primer adulto puso un pie adentro empezó a toser de una manera impresionante, estaba asfixiándose por el humo que provenía desde dentro.
Es ahí cuando el terror sobrecogió a todos los adultos que estaba detrás.
Ya sabían lo que había pasado.
El gas, el gas de la chimenea del tren.
Gritaron mientras la policía llegaba, llantos y gritos histéricos era lo único que se oía.
Los niños habían muerto, se habían quedado dormidos todos dentro de aquel túnel.
El punto de la historia no es la tragedia que yo les acabo de contar.
El punto de la historia es que, durante los años 90, después de estar abandonado por muchisimo tiempo; decidieron nombrar ese parque patrimonio del estado.
Y para conmemorarlo de alguna manera, decidieron restaurarlo.
Los columpios, las ruedas, los caballitos, el carrusel.
Y por supuesto restauraron el tren con cara de payaso.
Pero lo que debió haber sido un día festivo, degeneró en una leyenda de horror que hasta el día de hoy atormenta a ese pueblo, porque cuando varios de los adultos en broma decidieron subir al tren y ser el primer recorrido en mas de 40 años.. todos se pusieron pálidos, muy mal, hubo un malestar muy grande
Porque cuando el tren con cara de payaso pasó por aquel túnel alargado, se escucharon risas de niños.
Y todos los pasajeros que iban en ese recorrido las escucharon.