Era sexta vez que me miraban, desde la ventana de al frente y ya no podía seguir así.
Todo comenzó cuando me mude de mi casa de campo con mi familia y visite la ciudad. La verdad la ciudad no me interesaba para nada, estaba repleta de contaminación, no había playa y no había sitio donde descansar, ya que los ruidos de la ciudad eran algo insoportable y las casas eran esa pequeña cosa que solo se veía una vez en un kilometro.
El primer día no hicimos absolutamente nada, al llegar lo único que pensé fue en irme a dormir una siesta y luego visitar el museo con mi familia, puesto que era lo único mas o menos interesante que se podía hacer. Al despertar me serví una café y partí hacia el museo de historia natural. Cuando llegue vi lo grande y hermoso del museo, pero realmente las exposiciones eran pura porquería artística y nada especial, le pedí a mi familia si me podía ir antes, pues ya estaba demasiado aburrido y las piernas me temblaban. Tome el primer taxi que vi y partí hacia mi departamento en av. la pradera.
Cuando llegue ya era tarde cómo para leer o jugar un rato a mi vieja computadora marca nada, por eso decidí irme a acostar para mañana partir a primera hora hacia la escuela. Pero al abrir mi cama recién puesta y solitaria en la pequeña pieza me sentí observado, como si alguien me mirara de una manera bastante extraña. Me di cuenta de que lo que pensaba era cierto ya que había una pequeña niña de alrededor de siete u ocho años observándome tranquilamente desde la ventana del edificio de al frente. No le preste mayor atención excepto a su mirada perdida y adorable, asique simplemente me acosté. Me desperté en la noche a ir al baño y tomarme un vaso de agua, fui a la terraza para observar las pocas estrellas visibles en la ciudad, y me di cuenta de que la niña seguía ahí como si nunca se hubiese movido, pero esta vez acompañada de una alta mujer. Esto si que lo encontré medio raro y me fui a acostar en la cama de mi hermano, el cual era menor que yo pero por alguna razón me sentía mas segura.
En la mañana me di cuenta de que las dos extrañas personas ya no estaban y sentí un gran alivio. Fui a la escuela hice algún que otro amigo, al volver cene con mi familia y trate de meter el tema de los raros vecinos de al frente. Mis padres preguntaron a mi y a mi hermano si habíamos conocido a alguien, mi padre dijo que le fue bien en el trabajo y mi madre dijo que conoció a los vecinos del piso. Automáticamente pregunte si es que había visto a los de al frente ya que eran bastante anormales. Mi padre dijo que no podía hablar así de la gente y me mando a mi pieza durante dos horas. Lo cual era demasiado y m quede entretenido leyendo una enorme cantidad de historietas de batman.
Antes de que me diera cuenta de que ya eran las doce de la noche, observe que los vecinos se paraban ahí a mirarme lentamente. Primero la niña, luego la mujer y finalmente apareció un bajo y pálido niño alrededor de mi edad. Mis padres ya dormían y no tenia la intención de despertarlos asique me quede mirando durante un buen rato a ver si seguían ahí después de una hora apareció otro hombre mas vestido en un terno y muy flaco.
Mi perro vino a mi pieza, asique dormí con el ese día. Era sexta vez que me miraban, desde la ventana de al frente y ya no podía seguir así.
Estaba decidido a en la mañana ir para allá y hablar con el conserje del edificio de al frente.
En la mañana sin dudar tome mis cosas y fui hacia el edificio de al frente, mi pánico fue mayor cuando el conserje me dijo que no se había vuelto a saber de los dueños desde hace 5 años. Me asuste y corrí desesperado a mi casa.
Cuando llegue a mi casa no había nada como si nunca nos hubiésemos mudado y lo único que quedaba era mi perro llorando en una esquina.
Me quede dormido de tanto llorar y me di cuenta de que en le edificio de al frente se había mudado una familia. Una mama, un papa y un hijo.