CAPÍTULO 24

404 26 6
                                    

El trayecto en el mercedes del señor Stratos se puso incomodo. Las niñas conversaban animadamente en la parte trasera mientras Nanoha que iba de copiloto no podía con la enorme vergüenza que tenia, no podía creer que había besado a ese hombre con solo verle los ojos que eran como los de Fate-chan, solo se parecían pero no eran.

En los años que llevaba sin Fate-chan jamás había visto otros ojos borgoña y al encontrarse con los de aquel hombre extraño no evito su impulso, no pudo, era vergonzoso y sentía que había faltado el respeto a la memoria de su amada.

La casa de la familia Stratos estaba cercas del bosque de Griamore, era una hermosa construcción de madera y piedras. Cuando llegaron el señor Claus bajo primero y le abrió la puerta a Nanoha con un sonrojo en su cara, ella agradeció y bajo rápidamente sin verlo, no podía hacerlo después de aquello.

-Siéntanse como en su casa. -había dicho una vez que entraron.

-Lamentamos la intromisión. -dijeron Nanoha y Vivio apenadas.

La casa por dentro era una belleza, una chimenea tradicional les dio la bienvenida mientras la sala era una acogedora complementaria de esa fuente de calor, las escaleras del segundo piso era de madera resistente.

-Vivio, vamos a mi habitación te enseñare la colección que tengo de rosas!

-Puedo mamá? -pregunto con puchero.

Nanoha realmente no quería quedarse con Claus sola después de ese incidente pero no podía obligar a su hija a quedarse cuando la habían invitado a jugar.

-Claro, mi niña. -respondió tratando de sonar normal

Una vez que las dos niñas subieron, Nanoha se tenso cuando Claus paso al lado de ella eso no paso por alto para él que sintiéndose culpable le dijo avergonzado.

-Sí quiere, puede ir con ellas. Yo preparare las cosas para la comida.

-Oh... déjeme ayudarlo entonces. -respondió Nanoha pero de inmediato se reprimió por eso.

-No se preocupe, iré a pescar al lago de aquí cercas. -sonrió enseñándole la cesta con las cosas necesarias. -Asumo que usted no querrá dejar sola a Vivio-chan. Ademas son nuestras invitadas.

-Aun así debo ayudarlo. -dijo titubeando.

-Gracias, pero con su traje de trabajo no le ayudara a la hora de pescar. -sonrió alegre. -Tendría que cambiarse, a menos claro que planee trabajar lo que explicaría la elección del atuendo.

-Yo... iré a trabajar dentro de poco, tengo una reunión. -respondió evitando mirarlo.

-Oh... ya veo. -dejo la cesta en la silla. -Entonces dejemos la pesca y preparemos algo juntos para que sepa Vivio que lo ha hecho usted, le parece?

Nanoha asintió y Claus le volvió a sonreír, le extendió un delantal blanco que decía "Kiss the cook" la cobriza se sonrojo pero se lo puso.

-Lo lamento solo tengo de esos, a mi esposa le encantaba usarlos. -le dijo caminando a la cocina.

-Lamento lo de su esposa. -dijo mirando alrededor para saber un poco más sobre los Stratos.

-Paso hace ya tiempo. No gano nada con deprimirme cada vez que algo me la recuerda, creo que usted me entenderá un poco.

-Yo... si, lo comprendo muy bien.

Claus saco un enorme recetario y comenzó a ojearlo para que Nanoha lo viera hasta que ambos acordaron un platillo, chuletas a la naranja con ensalada.

-Lamento mucho... lo de la mañana. -dijo Nanoha de pronto.

-No tiene importancia Takamachi-san. -respondió agito la mano. -El trabajar mucho nos provoca que estemos confundidos en la mañana, no le parece?

[NANOFATE ] La Mentira Qué Nos SeparoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora