CAPÍTULO 59

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Vivio había abierto los ojos desde hacia ya unas horas, pero caía en pequeños sueños intermitentes y confusos. Una vez reunió el valor para poder despertar se sintió aletargada y fatigada, con fuerza de voluntad trato de incorporarse pero fue inútil. Miro el techo de la habitación, era blanco... se perdió en la nada hasta que un dolor le azoto en el brazo y giro la cabeza para ver que era; en su mano izquierda que no podía mover, tenia dos catéteres y una en la parte final del antebrazo. Con un suspiro cansado y enfadado se los retiro al igual que la manguera en su nariz. Pero al retirarlos sintió un liquido caliente bajar por su brazo y al mirar encontró como le salia sangre, era algo molesta la sensación pero lo caliente de la sangre le hizo tener nauseas y miedo, un gran miedo. La pesadilla que tuvo tenia que ver con sangre... pero no lograba recordar cual había sido el sueño.

-Ah...

Cuando quiso hablar la voz era metálica y rasposa, apenas sintió la garganta seca, quería agua. No había agua en la habitación, debía llamar a una enfermera pero aun no estaba lista de querer ver a alguien, no hasta que recordara el motivo de su inquietud. Sentía que debía hacer algo, cumplir una misión pero estaba desorientada y cansada. Los ojos comenzaron a cerrarsele de nuevo y se dejo caer de nuevo en aquellos sueños importaba ya nada.

Cayo dormida, la atmósfera era caliente y comenzó a sentir picazón en la nariz y luego la garganta comenzó a cerrarse. Cuando abrió los ojos estaba en la ciudad de Mild-childa en llamas, los gritos de la gente eran desgarradores y llenos de dolor.

-¿Que sucede..? -dijo asustada.

Una vez dio el primer paso algo duro piso su pie y al ver que era fue una cara de un muerto. Retrocedió tapándose la boca pero cayo y se percato que estaba rodeada de cadáveres putrefactos y quemados, todo el lugar estaba lleno de ellos. Intento gritar pero no pudo hacerlo, algo dentro de ella le hizo estar a salvo y se levanto temblando.

"Continua avanzando" le susurraron unas voces.

Ella lo hizo y se percato que mientras más cerca estaba del centro de la ciudad más era el aroma a muerte en el aire. La enorme oficina donde estaba el centro del gobierno de los almirantes estaba intacto pero en la cima de este se formo un remolino de nubes negras.

-YO SERÉ EL NUEVO REY DE TODO! LA SANGRE DE ESTOS SACRIFICIOS SERVIRÁ PARA ABRIR LA PUERTA Y TRAER DE VUELTA A MI PUEBLO. SEREMOS GLORIOSOS Y NADIE VOLVERÁ A CUESTIONAR NUESTRA FUERZA! DE NUEVO EL IMPERIO ALHAZRED SE LEVANTARA DEL OLVIDO!

La voz que exclamo aquello estaba en la cima del edificio, no pudo verlo pero tampoco lo deseo, retrocedió y se preparo para correr pero varios robot se lo impidieron y le obligaron a regresar a los pies del edificio. Una gran figura negra la estaba esperando.

-La hija de Takamachi, bienvenida a la fiesta! -dijo con burla. -¿No te impresiona esto? No lo habría logrado sin tu madre.

Una cobriza atada y amordazada apareció al lado de él.

-Suéltala! -dijo Vivio con lagrimas en los ojos.

-Jamás dañaría a la persona que me ayudo a lograr mi cometido.

Pero antes de que pudiera preguntar algo despertó de un sobresalto, el sudor se entendía en todo su cuerpo y una sombra estaba a su lado, le tendió una mano pero Vivio la rechazo de inmediato abordada por el miedo y se movio hasta incorporarse y agazaparse en el limite de la camilla.

-Vivio, soy yo! -dijo la voz de Hayate asustada

No pudo reconocer aquella voz a la primera, la luz le cegaba y no pudo ver bien su rostro. La mano de Hayate se volvió a acercar a Vivio y la dejo a unos centímetros de la pequeña para que se animara a tomarla, como se hace con los gatos o perros antes de tocarlos por primera vez. Los ojos borgoña de la pequeña estaban intensos y en guardia por si sucedía algo que le incomodara. Hayate sonrió y recordó la vez que Nanoha le contó su primer encuentro con Fate. Esos ojos eran iguales a ella.

[NANOFATE ] La Mentira Qué Nos SeparoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora