CAPÍTULO 44

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Nanoha se debatía entre soltarle una bofetada a Hayate, Chrono y Carim o simplemente salir de ese edificio y renunciar. Respiro tres veces y junto las manos tocando sus yemas de la derecha con las de la izquierda sin que las palmas se juntaran.

Tick Tack Tick Tack

El reloj de péndulo que tenia el pasillo de la RF6 era una reliquia que conservaban como regalo de los tres almirantes generales al estrenar las instalaciones marcaba plácidamente los segundos y los tres se miraban nerviosos, Chrono saco su dispositivo en caso de que la cobriza decidiera lanzarles un Divine Buster  y este como mínimo lograra salvarles la vida, era mejor tener heridas que sanaran en unas semanas.

La conversación no había salido del todo bien. En primera se habían enterado del incendio en las oficinas anexadas donde se encontraban también expedientes militares de cierto rango, intactos pero aun así era sospechoso el siniestro, en cuanto se los notifico la cobriza comenzaron a asustarse y pensaron en cancelar su discurso con Nanoha pero ya habían despertado su curiosidad y mientras más se negaran a proseguir podrían estar bajo amenaza hasta sacar la información.

-Debemos hablar de varias cosas, Nanoha. Toma asiento. -había dicho Chrono con su tono de mandamas.

Una arqueada de ceja de la experta de experta basto para recordarle con quien hablaba y en donde lo hacia. En el dormitorio de la RF6 de Nanoha, su casa. Moderar el lenguaje era necesario para conservar la dignidad y la integridad física. Chrono se sonrojo.

-Lo siento mucho. Nanoha, ¿podrías sentarte? debemos decirte varias cosas. -corrigió mirando a otro lado y se topo con una hermosa caja de madera larga.

-Un regalo de un admirador secreto, ahora díganme de que se trata esto. -respondió a la curiosidad de todos al verla en la cama de Nanoha sin abrir.

Como nadie hablo para mirar la caja se había levantado y la metió al armario de su ropa y la cerro con seguro. Un traqueteo se escucho cuando la agarro y frunció el ceño Carim.

-Una muñeca a mano, de madera de calidad. Un poco brusco el trato a ese hermoso detalle pero ustedes me obligaron. -se cruzo de brazos mientras se sentaba frente a su pequeño escritorio de la habitación. -Hablen.

Como niños en espera de un juicio ante un padre después de que sus travesuras fueran expuestas se apretujaron los tres con inquietud. Hayate seria la que pagaría más de los tres por lo que opto ser la ultima, así con un poco más de suerte estaría cansada la cobriza para hacerle daño... o al menos provocarle alguno que le causara algo más que traumatismos severos.

-Bien, ah... Nanoha, como ya sabes, desde que inicio todo esto fue porque tenían en común el Nostromo, ¿recuerdas? -comenzó Chrono nervioso

-No soy un niño al cual se le explica un divorcio. Ahora díganme que sucede, debo estar a las siete con Teana. -dijo Nanoha perdiendo la paciencia.

-Tiene razón, no es una niña, Chrono. Con la misma determinación que tuvimos para hacerlo sin decirle esa misma debemos tener para decirle. -dijo Gracia Carim.

No dijo nada Nanoha, se limito a observarlos con paciencia. Ser madre arma de una muy grande paciencia a las mujeres y en ese momento la estaba utilizando con desesperación. Tenia sueño, necesitaba una ducha urgente y desayunar más aparte abrir esa caja.

-Nanoha, es muy probable que el asesino "la esfinge de la muerte" trate de encontrar a un rango superior para asesinarle. -dijo Chrono.

Un suspiro de Nanoha salio cansado.

-Ya lo sé, Chrono. Regius Gaiz quiere resultados para más tardar un mes pero con la situación puedo extender las cosas a unos dos a tres meses, las sospechas de esto se han corrido la voz en la dirección general de seguridad por ahora todos los importantes personajes están a salvo, sus archivos movidos y son difíciles acceder. -dijo la cobriza tallándose las sienes. -Es todo? Porque al menos quiero tomar una ducha antes de ir a medio comer un pan para comenzar a trabajar.

[NANOFATE ] La Mentira Qué Nos SeparoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora