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Frustrada al saber que no pida hablar con él, decidí agilizar mis pasos para llegar a clases.

Me escondí en la biblioteca en el recreo. Afuera la nieve caía y estábamos todos adentro, desperdigados por la escuela, en busca de refugio. Había elegido la sección de referencia de la biblioteca, con la esperanza de atraer menos
miradas allí.

Mi ojo todavía era una humillación, y más con el golpe que hace dos días me hizo el idiota que se entrometio para no dejarme detonar la bomba.

Desde mi breve vistazo a Nathan esa mañana, tenía el horrible presentimiento de que tal vez mis sentimientos hacia él iban mucho más allá de los de él por mí. Estaba toda agobiada acerca del pequeñísimo asunto de la amenaza a su vida – y mía – y él siquiera pensó en llamarme para decirme que estaba bien.

Todo mensaje mental que le envié fue dejado sin respuesta. Vaya forma de pasar de ardiente a idiota.

Tal vez esa basura del Soulfinder haya sido sólo eso – un disparate para solo darme unos cuantos besos.

Pero era casi imposible explicar la parte de la telepatía.

Pero Nathan me encontró.

Probablemente me haya visualizado allí incluso antes de que yo llegara. Se sentó del lado opuesto y simplemente me miró.

Grace, lo siento.

Hey, otro beneficio de esta cosa de hablar con la mente, no sólo tienes bajas facturas telefónicas sino que también logras que no te echen de la biblioteca.

Miré de la sección P a Q de la enciclopedia hacia mí, pretendiendo un súbito interés en un artículo sobre pingüinos.

¿Estás enojada conmigo?

No.

¿Entonces por qué el trato tan frío?

Alcé la vista. Él no había quitado sus ojos de mí. Oh cielos, se veía bien, quise enterrar mi cara contra su hombro y simplemente apretujarme contra él.

¿Te duele el ojo?

No, ahora solo me hace lucir como una idiota.

No podía venir hasta que el área fuera registrada.

Supuse que algo así estaba sucediendo.

No pude enviarte un mensaje de texto porque no hay señal en casa. Perdona.

No, no te disculpes. Lo comprendo.

¿En serio? ¿De verdad entiendes cuán difícil ha sido para mí? Quería estar contigo, quedarme contigo aquél día. Discutiste con tu papá ¿No es cierto?

Seeh, pero ya estamos bien.

Estás molesta de que no estuviera allí para recibir la culpa por lo de tu ojo. La gente te la ha estado haciendo difícil.

No difícil, sólo raro. Luke anda tras de ti.

Lo merezco.

Me estabas salvando la vida.

Nunca deberías haber estado en peligro en primer lugar. Nunca debí ponerte en riesgo... Mira... ¿Podemos ir a algún lado donde podamos hablar correctamente?

No sé si esa sea una buena idea.

Sacó el libro que tenía de entre mis dedos.

Pingüinos... Qué criaturas tan fascinantes, pero no sabía que las estuvieras estudiando. ¿Qué clase es la que estás tomando?

Hija De NarcotraficantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora