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El día siguiente, en el instituto sufrí como el statutos de pseudo-celebridad por haber enfrentado a Nathan. El chico que pocos habian enfrentado.

En realidad nadie lo había hecho.

Pero lo que si sabía era más de su historia, mis padres ayer habían estado hablando de ellos en la cena así que desvíe mi atención a su plática.

— Son cinco hijos, Jude y Kyle los mayores, ahora son policías llevan tres años en eso, Liam el tercero está en la universidad, Mark y Nathan son los menores, están en último año de preparatoria al igual que Grace.

Extrañamente los dos eran policías, pese a que los cinco ya tenían su historia.

— Eran unos rebeldes cuando estaban juntos, problemas aquí y allá, nadie tenía el control de ellos, aún así que han madurado, él que más problemas tuvo y aún tiene es Nathan.

Al parecer no tenían una buena
relación con la policía – extraño – y eso que sus dos hermanos mayores estaban metidos en ello.

— ¡Abran paso cuidadanos de Forks, la gran Grace viene pasando por nosotros! — dijo Luke abriendo paso entre la multitud.

— No sigas con eso. — dije entre dientes.

— ¡Luke deja a Bebé Grace en paz!

Giro mis ojos, por su apodo. Admitía que era más baja que ellos, pero es que ellos eran demasiado altos, yo media 1.68m y ellos pasaban el 1.80 prácticamente, hasta Tina era más alta.

— Mejor vete. — dije .

— Me voy. — dice el trotando hacia sí clase.

¿Nunca se cansará de correr?

— Tu y yo. — Tina nos señala — Tenemos examen, así que vamos.

Tres horas de clases dejandome exhaustas me tenían desecha. Y ahora teníamos Biología en el laboratorio.

— Nathan a las doce en punto. — susurra Tina.

Simplemente el pánico llegó, decidí camuflarme tras Tina, que si en estos momentos Jason me estuviera viendo diría que afrontar cualquier cosa.

— ¡Hola Grace! — mire al responsable de que todos girarán a mi.

Luke estaba frente a mi.

— ¡Sh!

— ¿Por qué te escondes? — me pegué un Palmface mentalmente, se giro y vio a Nathan hablando con un chico, me miró y sonrió — ¡Hola Nathan!

Quería llorar en estos momentos. No podía creerlo.

Nathan se giro hacia nosotros y camino a dirección nuestra.

Sentí que me encogía en el lugar en estos momentos.

¿Chica o ratón?

¡Ratón!

— Hola Grace. — me saludo — Te quería felicitar por haberme hecho caer en cuenta de que he sido el
culpable de la caída tuya ayer. —sonaba tan ¿Sincero?

¿Se estaba burlando en mi cara?

— Nos dimos cuenta que una pequeña castaña de ojos santos, a podido contigo. — dice burlona Tina.

El leve rojo en mis mejillas tuvo que aparecer.

— Eso es verdad. Una chiquilla británica pudo contigo. — le sigue Luke.

— ¡Oigan estoy aquí! — exclamé de mal humor — No le veo la gracia. — dije entre dientes.

Los tres ríen.

Hija De NarcotraficantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora