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Las semanas siguientes fueron frustrantes para ambos. Sólo éramos capaces de encontrarnos solos a hurtadillas en la escuela por unos instantes, nunca podíamos simplemente estar juntos. Teníamos que ser cuidadosos de no ser etiquetados como pareja por los otros estudiantes en caso de que se echara a correr la voz y llegara a quien fuere que estuviere tras la familia de Nathan. Esto llevaba a la culpa dado que tenía que mentirles a mis mejores amigos acerca de lo que estaba sucediendo – a excepción de Francisco – . Y todavía estaba la premonición de Nathan por la cual preocuparse – él estaba furioso porque no podía quedarse a mi lado para mantenerme a salvo y yo estaba volviéndome paranoica cada vez que salía luego de que oscureciera. Toda la situación sumaba un gran estrés para los dos.

Dos amenazas eran demasiado.

Y para colmo, mi padre no hallaba como mantenerme bajo vigilancia, sospechaba saber quien fue el responsable, aún así como se dio  cuenta que ha burle la seguridad una vez , maldijo haberme enseñado todo eso, y mando a Francisco a vigilar me de cerca.

— ¿Sucedió algo entre tú y Nathan? — preguntó Tina una tarde mientras ayudábamos a decorar el salón para Halloween.

La época más emocionante del año, las calabazas en forma esculpida que causaba terror en los niños era lo que más  me gustaba.

Colgué una hilera de luces en forma de calabazas por sobre la pizarra.

— No.

— Parecían a punto de iniciar algo hasta que te dejó ese ojo negro. ¿Hubo más en eso de lo que contaste?

Seeh, sólo un poco. Claramente no diría eso.

— ¿Como qué?

Se encogió de hombros, luciendo algo incómoda.

— ¿Él no te pegó ni nada de eso?

— ¡No!

Suspire, todos pensando  lo peor.

— Es sólo que los Benedict son algo extraños. Nadie llega a conocerlos realmente bien. — bufa —  Hablamos de ellos, por supuesto, pero nadie de la escuela ha salido con alguno que yo sepa ¿Quién sabe qué secretos estén escondiendo allá arriba?

Decidí combatir el fuego con fuego. Y jugarle a Tina un rato.

— ¿Te refieres a su abuelita loca encerrada en el sótano? ¿O a los muñecos de vudú que cuelgan de sus cuellos sobre los cadáveres de sus víctimas?

Ahora parecía avergonzada. — No estaba pensando en eso.

— Nathan no es violento con sus novias.

Ella se me abalanzó. — ¿Entonces eres su novia?

Ups.

— No realmente. Sólo una amiga.

— Debo admitir que estoy aliviada de oír eso — Tina estiró un poco de falsa telaraña sobre la pizarra de anuncios, dándole un aspecto viejo —  ¿Sabías que Luke se enroscó en una pelea con él por lo que te hizo?

— ¡¿Dime que no lo hizo?!

— Sip, en el vestuario de chicos luego de la práctica de baloncesto.

— ¡Le dije que había sido mi culpa, no de Nathan!

— Luke tiene este lado sobreprotector de como una milla de amplio. — hizo una demostración de los más dramática que causó una risa en mi — Debes de haberlo notado. Creo que es la versión de un padre celoso.

— ¿Alguno salió lastimado? — pregunte.

— No. — hace una mueca —  El entrenador los separó. Los puso a ambos en detención. Nathan está otra vez en la lista de vigilancia para posible suspensión.

Hija De NarcotraficantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora