E X T R A

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— ¿Por qué nunca me lo habías dicho? — su pregunta me toma desprevenida esa mañana del domingo, donde aún conservaba la calidez del tacto de sus manos del día anterior. Mis manos asegurando más la fina sabana blanca a mi cuerpo cubriendo la desnudez de este. 

Pase mis mano por mi cabello peinando este hacia atrás puesto que estaba todo despeinado y hecho un desastre dejando el bonito peinado que ayer en la tarde me había hecho la estilista de mi mama arruinado en su totalidad. Pero ahorita estaba pensando en otras cosas y no en un estúpido peinado de graduación. 

Tomé una bocanada de aire llenándome de valentía en ese instante antes de hablar o decir algo fuera de lugar en ese momento. Si bien, no sabia que cuando unimos nuestros cuerpos anoche por primera vez el vería mis mas escondidos recuerdos y que uno de ellos era el que mis padres actuales eran narcotraficantes. Se supone que él no debía saber la verdad, por lo menos no debía saberla aun. 

— Nathan... — murmuré su nombre sin saber que más decirle en ese momento — No podía decírtelo, debes entender que no estaba en mis manos revelar algo de mis padres. ¿Entiendes? 

— ¿Solamente por eso me ocultaste todo eso? — me cuestiona. Y empecé a tener miedo de como él fuera a reaccionar en ese momento, aunque ya estaba lo suficientemente molesto como para no escucharme con claridad. 

Pero claro, me daba cuenta que él estaba tan sumido en seguir repitiendo lo mismo y no avanzaba. 

— ¿No podemos dejar este tema de lado? Al final ya viste y sabes mas de lo que o que yo cuando fusionamos nuestras mentes. 

Me puse de pie, con una molestia en mi intimidad y haciendo una nueva camine con las sábanas en vueltas por la habitación del hotel donde pasamos la noche mientras iba hacia el baño. Necesitaba una ducha, aclarar mis ideas y solamente descansar por la tensión de mi cuerpo. Deje que el agua de la ducha con lluvia artificial sé llevará todo rastro de sudor y malestar general para lavar bien mi cabello con shampoo y mi cuerpo con esos jabones de aromas dulces. Cuando estuve lista, seque mi cuerpo con la toalla y salí del cuarto de baño para ir hasta la habitación. 

— ¿Sigues molesto? — pregunte, mientras me agachaba para recoger mi vestido y ropa interior que estaba arrojada por los acontecimientos de la madrugada. Me quedé de pie, al lado de la cama viéndolo pensar detenidamente en todo aun. 

Hurgue en su mente con cuidado, no queriendo incomodar y supe que su enojo no era eso sino preocupación de lo que podría llegar a pasarme en algún momento con toda esta situación. 


«Todo estará bien.» 


Susurre y sus ojos chocan con los míos. Me senté a su lado dejando mi ropa aun lado y suspire. Apoye mi cabeza en su hombro mientras cerraba mis ojos y me dedicaba a pensar seriamente en lo que estaba sucediendo. Pero no me arrepentia de haberle ocultado esto porque era lo mejor. Mientras menos sepas de algo relacionado con la mafia o el tráfico era mejor, menos problemas y no eras un estorbo.

Yo ni siquiera sabia mucho, apenas lo básico. 

— ¿Segura? 

Me pregunto en voz alta y levantando mi cabeza de su hombro le mire para asentir en silencio en ese momento. Bese su mejilla y tome mi ropa para ir al baño a vestirme. Su mano me detiene y tira de mi dejándome sobre su regazo y apoye mi mejilla en su pecho mientras él me abrazaba con fuerza. Me deje rodear por sus fuertes brazos sintiéndome amada y protegida en ese momento. 

— Segura. 

Susurre para los dos, su mano libre acaricia mi mejilla con suavidad y le observe tímida en ese momento por como estábamos y yo no llevaba ropa debajo de esa talla blanca pequeña que apenas cubría mi cuerpo. Aun así sus ojos nunca abandonaron los míos en ese momento. 

— Siento estar molesto contigo hace unos minutos pero más allá de todo eso, me preocupa tu bienestar. 

Sonreí. — Y si algo te sirve de consuelo, mis padres ya dejaron eso hace unos meses. Somos una familia de alta sociedad normal con una casa un tanto loca. 

Tampoco quería que se preocupara, decidí decirle absolutamente todo. Que hasta Jason y Jhoana no estaban de acuerdo con eso desde que me adoptaron como su hija pero no podían hacer mucho. 

— Solo prometeme que nadie lo sabrá, ¿Si? 

Tenia miedo todavía por la seguridad de mi familia. Él besa mis labios sellando esa promesa. Sonreí sobre sus labios en medio de ese beso y luego me dejo aun lado suyo de la cama. 

— Cambiando de tema. — resopla — ¿Estas bien? ¿Te duele algo? 

Sus ojos llenos de preocupación me llenan de ternura y siento mi corazón estrujarse por su atención. Negué sonrojada, estaba bien. Tal vez una pequeña incomodidad que era normal en la primera vez. Suponía yo. 

— Nada. Estoy perfecta. 

Beso mi hombro desnudo y apoyo su frente en este antes de murmurar algo incomprensible. 

— Cuando vi tu mueca pensé que si te había hecho daño. — suspira — Gracias a Dios no. 

Suelto una risita tonta. — Solo una pequeña incomodidad. 

Parecía un poco más calmado. En silencio procedí a vestirme cuando él se está bañando y tomarme un poco de tranquilidad sola. Muerdo mi labio infiero cuando sale en toalla y me sonríe con picardia. Tape mi rostro mientras el reía y se vestía. 

— Deja de ser molesto. 

— Eres muy inocente, Grace. 

— ¡Ya! No te burles. 

Se acerca a mi, ya vestido y besa mis labios suavemente y con delicadeza mientras se toma el tiempo de grabar la textura de estos. Succiona el inferior y muerde después. Jadeo. 

— Vámonos antes de que te tumbe nuevamente en la cama y tu padre nos grite por llegar mas tarde de lo acordado. 

Reí sabiendo que eso era verdad. Salimos de ahí y espere que todo fuera así de calmado en nuestras vidas. Sin complicación alguna. 












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Y con esto termine. Recuerden comentar y votar. 

⤴️




Gracias. 😜

Hija De NarcotraficantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora