Un hermosa maestra y un desconocido vidente caminaban por las calles de Dublith, mientras la gente, saludaba a la joven al pasar.
-Vaya. Realmente, te aprecian aquí. En especial los niños y sin mencionar, los hombres-
Dijo él, un tanto molesto, mientras observaba como hombres jóvenes, se quedaban observando a la maestra hechicera, al pasar. Ella rió por sus comentarios.
-Los niños me adoran porque soy su maestra y en cuanto a los hombres- hizo un gesto gracioso con su rostro -Puedo decirte que, no he salido con ninguno, en mucho tiempo- él la miró, escéptico.
-No te creó. Eres hermosa y sobre todo, soltera ¿Qué te impide salir con uno?-
-Eyra- contestó simplemente el nombre de su hija.
-¿Eyra? ¿Quién es Eyra?- preguntó con interés.
-Mi hija-
Mencionó, como si fuera lo más normal del mundo. Él se detuvo en seco, como si hubiera chocado contra una pared invisible o una fuerza desconocida que le impidió seguir.
-¡Momento! ¿Tienes una hija? ¿Cómo? ¿Cuándo paso eso?- ella lo miró, como si su pregunta, hubiera sido la más estúpida del mundo -Ya sé como sucedió, pero ¿Cuándo? No puedo creer que Keilot no me haya contado nada en una de sus cartas-
Eso último, le molestó de sobremanera. Le había escrito millones de cartas y jamás contestó.
-Eso es algo que a ti no te importa, Lai. No tienes porque saber algo así-
Soltó de forma brusca ante su revelación. No pudo evitar que su lengua hablará sola.
-Tienes razón, no tiene nada que ver conmigo. Pero quiero saber, ¿Quién es su padre?- preguntó sin inmutarse -Eso si puedes decirme, ¿No creés?-
Su actitud agresiva, ya la estaba cansando.
-Ella no tiene padre. Me tiene a mí y es más que suficiente. Tengo amor para las dos y con eso nos alcanza-
-¿Qué clase de monstruo es el padre de tu hija para que no quieras hablar de él?- mencionó en el mismo tono.
-¡Basta, Lai! No quiero hablar de eso, es algo muy doloroso para mí-
Era cierto. Para ella, era muy difícil no confesarle en ese momento, la verdad sobre su hija. Pero cuando la conociera, todo iba a cambiar, le diría que era su hija y que poseía el mismo don que él.
Lo que ella ignoraba, es que en la mente de él, se había fijado una idea de como su hija había sido concebida y eso, no le gustó. Estaba seguro que, alguien la había lastimado y no solamente eso, había quedado embarazada de ese bastardo.
-Por favor, aunque sea dime, qué ese maldito no te lastimó-
Preguntó con la voz temblando de ira y con los ojos cerrados, ante la idea.
-¿Qué?- cuestionó ella. No comprendiendo la pregunta. Hasta que volteó a verlo -¡Oh! No, Lai. No es lo que tú creés. Simplemente, no quiero hablar de eso. No es el momento ¿Si?-
Él respiró aliviado. Nadie había abusado de ella. Al menos esa respuesta lo tranquilizó, por el momento.
-Bien, me conformo con eso por ahora ¿Falta mucho para llegar a la casa de tu hermana?-
-No, tan sólo nos faltan unas calles más- respondió, mientras seguían caminando en silencio.
En la casa de la alquimista y el cazador, todo era risas y diversión. Ambos se divertían mucho jugando con su pequeña sobrina de un año, que empezaba a dar sus primeros pasitos. La madre de la chica, se había marchado a su casa dejando a la bebé con sus tíos, a petición e insistencia de la joven.
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Simplemente Magia O Puramente Alquimia
FantasyDespués de dos años de enfrentar a Golum y reencontrarse. Las hijas del sol y de la luna, protagonistas de una alquimia llena de magia, tendrán otra historia que contar. #Libro 2 de la trilogía: Sol y Luna