Se materializaron, una vez más, en el centro de la ciudad. Ambas estaban mareadas, se habían transportado una gran distancia de donde estaban inicialmente hasta allí.
-No volveré a hacer esto nunca más- se quejó, sosteniendo su cabeza.
-Cállate. No puedo creer que, yo también sufra los efectos de la magia, soy una alquimista- afirmó descompuesta -Debe ser la pequeña parte que heredé de mamá- su hermana, asintió, mareada.
-Seguramente. En hechicería le decimos drenaje mágico- aclaró la duda -Ustedes, los alquimistas, le dicen intercambio equivalente-
Un poco recompuestas, se sentaron en el suelo, descansando en una pared un poco extraña. Era humeante y desprendía calor.
-¡Aahhh!- gritó la hechicera, alejándose, al reconocer donde estaban -¡Gaia! ¡Aléjate de esa cosa!-
Detrás de ellas, se encontraba el cadáver de un gigantesco titán. La alquimista, estaba maravillada, tocándolo con sus manos. Nunca había visto algo como eso, era increíble.
-No te preocupes, Dea. Este ya esta muerto- lo pateó -Mira...Su cuerpo se deshace solo, es como si sufriera una especie de combustión espontánea, ¿No es sorprendente?-
Preguntó, transmutando una lanza, para extraer tejido de la criatura.
-Eso es asqueroso- dijo asqueada, su gemela.
Sin pensarlo dos veces, transmutó un pedestal bajo sus pies, para subir a los restos de ese titán. Caminaba con cuidado y tranquilamente en la espalda de esa cosa, lo observaba, meticulosamente. Una teoría extraña se formuló en su cabeza al llegar a la base del cuello de la criatura, donde podía apreciarse un profundo corte. Con un pañuelo, tomó una gran muestra de sangre para poder observarla y olerla.
-Amigo, ¿Qué fue lo que hicieron contigo?- cuestionó, horrorizada, al cadáver de ese ser - Tú eras humano- afirmó, luego de bajar de la criatura en shock.
Su hermana se acercó preocupada, al verla pálida como una hoja de papel.
-Gaia, ¿Qué te sucede?- la observó a los ojos, comprobando su estado -¿Te encuentras bien? ¿Qué viste?- ella, simplemente, la abrazó.
-¡Dea! ¡Esto es horrible!- temblaba de pánico en los brazos de ella -¡Esas criaturas! ¡Eran humanos!- exclamó.
-¿Cómo te diste cuenta de eso?- la apartó, mirándola a los ojos -¿Cómo puedes saberlo, hermanita?- cuestionó.
-Por su sangre y sus tejidos, son claramente humanos- aclaró -Pero su aroma y su textura, son totalmente diferentes. Es como si hubieran puesto algo en ellos- se apartó de ella unos metros -Tengo que averiguar que es-
Colocó el pañuelo y el tejido del titan en el suelo, se arrodilló y transmutó sobre ellos. La materia se descompuso en varias partes, transmutándose finalmente, en un líquido verdoso y espeso, dentro de un frasco. Estaba exahusta, pero había logrado su cometido. Dispuso ambas manos en el suelo para sostenerse y evitando desfallecer.
-¡Gaia!- gritó su hermana, acercándose -¿Qué es eso?- miró el frasco en el suelo.
-Eso es...- contestó jadeante -Eso es... Lo que produce a los titanes- intentó ponerse de pie pero no puedo.
Una figura aterrizó, velozmente, junto a ella. Pero no lo miró al reconocer sus botas, ya sabía de quien se trataba. El capitán Levi.
-¿Qué paso aquí?-
Habló neutral y sin cambiar ni un mínimo rastro de actitud. Dos figuras más aterrizaron junto a él, después de hacer esa pregunta.
-Acabo de realizar... Una transmutación hiladora de vidas...Señor- contestó como un soldado -Lamento... Haberlo... Incomodado-
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Simplemente Magia O Puramente Alquimia
FantasyDespués de dos años de enfrentar a Golum y reencontrarse. Las hijas del sol y de la luna, protagonistas de una alquimia llena de magia, tendrán otra historia que contar. #Libro 2 de la trilogía: Sol y Luna