-Gaia- habló dulce a su hermana, intentando despertarla -Gaia...Despierta-
Ella comenzó a abrir sus ojos, lentamente. Se sentía mareada, desorientada y no sabía dónde estaba. Parecía que había dormido por mucho tiempo.
-Dea, ¿Dónde estamos?- tocó su garganta, se sentía rasposa -¿Cuánto tiempo hace que estamos aquí?-
Su hermana, respiró profundo, como tratando de calmarse. No estaba nerviosa, todo lo contraria, parecía triste y a punto de llorar.
-Estamos en la Torre. Keilot y Lai, nos dejaron aquí... Hace dos días-
Era mucho tiempo, ¿Qué habían hecho esos dos que las dejaron solas allí? ¿Dónde estaban las niñas?
-Eso es mucho tiempo, ¿Dónde están Ivi y Eyra?- preguntó preocupada.
-Están en el campamento. Noha y Jonás, las están cuidando-
Se incorporó de golpe. Las niñas corrían peligro, Rohan se encontraba en ese lugar.
-¿¡Cómo pudieron dejarlas ahí!?- exclamó histérica -¡Rohan aún está allí! ¡Corren peligro!- corrió hasta la puerta y no pudo abrirla -¡Está cerrada! ¡Abrela, Dea!-
La hechicera, se acercó a ella y la tomó de los brazos para calmarla. Necesitaban hablar.
-Gaia, tranquilízate. Él ya no está en ese lugar- habló, intentando estar tranquila -Los chicos se enfrentaron a él, cuando nos durmieron. Lograron matarlo al igual que a los suyos, sin nuestra ayuda-
La miró, sorprendida.
-¡Esos desgraciados! ¡Lo lograron!- abrazó a su hermana de felicidad -Sabía que podrían acabar con él y, ¿Cómo están?-
Se apartó de ella, lentamente y se acercó a la ventana. Su mente era un caos. Todo lo vivido en esas cuarentaiocho horas, había sido demasiado para su sistema.
-Bien. De hecho, Lai se encuentra en la enfermería en este momento. Tiene algunas heridas, pero se recuperará-
-¿Y Keilot? ¡Ese maldito cazador! ¡Cuando lo tenga en frente, me escuchará!-
La joven en la ventana, bajó la mirada y tomó el puente de su nariz. Regresó a ella y la abrazó con todas fuerzas. Suspiró, lista para hablar.
Su hermana correspondió el abrazo. Seguramente, Keilot estaría en peores condiciones que Lai, pero se recuperaría. Él es fuerte, el más fuerte de los cuatro.
-Gaia... Hermanita...- la estrechó más que antes -Lo siento tanto...Keilot... murió- confesó, sollozando en su hombro.
Esas palabras, ingresaron como balas en la mente, el alma y el corazón de ella. Ciega de dolor, pero sin derramar una sola lágrima, soltó a su hermana, corrió hacía la puerta, transmutó sobre ella y la destrozó en segundos, para correr hasta la enfermería de la torre. Tenía que hablar con Lai, él era el único que podía decirle la verdad. Keilot no podía estar muerto, algo, seguramente, debía estar mal.
Por otro lado, en ese mismo lugar. El vidente de la torre, se encontraba sentado en su cama con la mente en blanco, mirando hacía la nada, con su torso y brazos cubiertos de vendas. La batalla había sido dura, pero al menos, había sobrevivido.
-No pudimos volver los dos, hermano- habló por lo bajo, mirando su mano hecha un puño -Me prometiste que no ibas a morir y lo hiciste...- una lágrima salió de él -No fue justo para nadie este intercambio equivalente-
Abrió su mano y ahí estaba Tokijin, convertida nuevamente en collar. Era lo único que quedaba de él.
Los recuerdos de ese día llegaron a su mente. Eran tan vívidos, que nunca iba a olvidar el día en el que perdió a su mejor amigo...a su hermano. Su vida y la de los demás, ya no sería la misma sin él.
ESTÁS LEYENDO
Simplemente Magia O Puramente Alquimia
FantasyDespués de dos años de enfrentar a Golum y reencontrarse. Las hijas del sol y de la luna, protagonistas de una alquimia llena de magia, tendrán otra historia que contar. #Libro 2 de la trilogía: Sol y Luna