Noche de copas

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Era entrada la noche y el grupo oriundo de Amestris, junto con sus hijas, se encontraban cerca de una gran hoguera en el centro del campamento, rodeados de la tribu gitana que los observaba con desconfianza. Era extraño ver personas como ellos en un lugar como ese. En especial, a un hombre con cabellos y ojos tan dorados como el sol, que se creían casi extintos después de la devastación de Xerxes en una sola noche, hace más de 200 años.

-¿Por qué nos encontramos todos aquí, Lai?- murmuró nervioso a su amigo junto a él.

-El patriarca quiere presentarnos a la comunidad- respondió en el mismo tono -No me gusta como nos están mirando, en especial, a las chicas-

-A mí tampoco, mantente en guardia por si alguien intenta algo- él asintió -Vigila a Dea, yo haré lo mismo con Gaia. Ellas parecen ignorar la situación-

-Bien-

Murmuró una vez más, observando a un grupo de jóvenes gitanos cerca de ellos.

Del otro lado de la hoguera, se encontraban las hermanas jugando con sus hijas, sin advertir las miradas recibidas a su alrededor. Noha, su amiga, se acercó a ellas.

-Chicas, me alegró de verlas tan felices ¿Les molesta si me siento con ustedes?-

-Por supuesto que no, amiga- respondió feliz, besando a su bebé -Ven, siéntate-

Dejó un hueco entre su hermana y ella para que tomara asiento.

-¿Cómo estuvo la charla con el patriarca?-

Cuestionó Dea, mientras observaba a su hija jugar en el suelo con un caballito de madera.

-Aun no lo sé, Jonás sigue en la carpa con él- respondió frustrada -Es algo complicado, porque yo al no tener padres necesito de su autorización-

-Comprendo, ser una mujer gitana no es nada fácil y ni hablar, si se encuentra sola en el mundo, como tú- su amiga, asintió -Dea, ¿Qué les sucede a esos dos?- señaló a sus compañeros de viaje, al otro lado de la hoguera -¿Me parece a mí o se ven un tanto nerviosos?-

Su hermana observó a los susodichos y lo que ella decía, era cierto. Keilot y Lai, se veían más que nerviosos. Parecía que algo les inquietaba muchísimo.

-Es verdad, parecen nerviosos- dió un vistazo alrededor y pudo comprobar la causa del problema -Es por como nos está mirando el resto de la tribu- respondió -Levantate, Gaia. Tenemos que ir con ellos. No es normal que estén así- tomó a su hija en brazos poniéndose de pie - Tú también Noha, vamos. Quizás, al tenernos cerca, se tranquilicen-

Las tres se dirigieron a los hombres que las esperaban del otro lado. El patriarca, salió de su carpa con Jonás, para dar varios avisos a la tribu.

-¡Buenas noches, mi querida tribu!- saludó a todos los presentes -Los he reunido para dar dos avisos importantes. El primero, Noha ¿Puedes acercarte aquí, por favor?- ella, un tanto cohibida, se acercó al patriarca que la tomó de la mano, al igual que al joven gitano -Noha y Jonás, quiero darles mi bendición y la de toda la tribu, para que se unan en santo matrimonio cuando ustedes lo deseen- los gitanos, aplaudieron de jubilo y alegría, felicitando a los novios -Por otro lado, Björn y Lai, ¿Podrían acercarse con sus mujeres e hijas?- así lo hicieron -Quiero darles la bienvenida a esta humilde comunidad a todos ustedes- aferró de los hombros a ambos -Serán parte de esta tribu hasta que quieran marcharse y retornar su viaje-

Todos aplaudieron una vez más. Los cuatros y sus hijas, ya eran parte de la tribu. No había porque desconfiar de ellos.

La celebración comenzó y los gitanos empezaron a bailar entre ellos, para festejar los acontecimientos sucedidos esa noche.

Simplemente Magia O Puramente AlquimiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora