Armas, talismanes y piedras filosofales

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-¡Vamos Eren tú puedes hacerlo!- gritaba la mujer de anteojos -¡De ti depende el éxito de la humanidad!-

-Cuatro ojos, es suficiente. No se ve como antes- dijo el capitán Levi.

Debajo de ellos, se encontraba un inconsciente muchacho, casi fusionado con su cuerpo de titán. Sólo veían sus piernas y medio torso de él. La líder de escuadrón, descendió para poder sacarlo.

-Tira fuerte, Mikasa. Se está fusionando con su cuerpo de titán- ambas mujeres, tiraban de él, sin éxito -No hay otra opción, vamos a tener que cortarlo-

Así lo hicieron, sacaron a un inconsciente Eren del cuerpo del titán. No tenía brazos y mucho menos rostro, todo se había quedado en el cuerpo anterior. Por otro lado, un nervioso subordinado de la líder, dibujaba el rostro deformado de él para poder compararlo después.

-Pobre, Eren. Sabía que no funcionaria, todavía le falta mucho para que pueda hacerlo. Aún es muy joven e inexperto para que pueda controlar la mente del titán-

Mencionó negando, observando el panorama desde las alturas en la cima de un gran arbol con el pequeño lobo dormido en su regazo. No quería estar allí, ella quería estar con su familia, pero haría todo lo posible para poder cooperar. Aunque ese día, tampoco tenía las intenciones de hacerlo. Prefería mantenerse al margen de la situación, esperando el día de poder regresar a su hogar.

-Aquí estás- habló el Capitán, colgado de su equipo junto a ella -Las pruebas fueron un asco. Lo único que conseguimos fue, producir humo y un muchacho desfigurado. Ahora, tenemos que llevarlo a la cabaña para que descanse y vuelva a regenerarse. Historia, él y tú compartirán transporte, ¿Sí?-

-Esta bien- respondió sin emoción -Sabía que las pruebas serían un fracaso, pero tampoco perdían nada con intentarlo- sonrió al ponerse de pie -Levi, ¿Cuánto creés que tarden Keilot y los demás en regresar por mí?-

-No lo sé. Ha pasado muy poco tiempo, regresarán dentro de unos días o tal vez, semanas- ella lo miró con horror -No tienes porque poner esa cara. A nosotros nos agrada tenerte aquí y además, no estamos tratándote tan mal como para que quieras irte-

-Si y estoy agradecida por eso. Pero yo no soy de aquí, no pertenezco a este lugar. Soy libre y tengo una vida detrás de esas murallas- se acercó a él con el cachorro dormido en sus brazos -Lo siento, no quería sonar tan cruel. Es solo que, no tengo un buen día, hoy mi pequeña cumple tres meses de vida y no está conmigo- abrazó al pequeño lobo con fuerza -Él es lo único que me une a ella ahora-

-No quería que te pusieras sentimental. Pero, ya debemos irnos. Ven, baja-

Le tendió una mano para que ella pudiera tomarla y así, poder bajar juntos. Pero negó con su cabeza y se alejó de él a paso lento. Hacía unos cuantos días que se negaba a recibir ayuda del Capitán. Eso le molestada rotundamente.

-No gracias, yo puedo hacerlo-

Juntó sus manos y transmutó sobre la rama en donde estaba parada, formando una gran escalera que descendia del árbol al suelo. No quería que el Capitán la tratara como a una inútil o como una dama que siempre necesitaba ser rescada. Ella era una mujer independiente y sabía como defenderse ante cualquier situación. Su madre la había entrenado bien, al igual que a los Elric.

-¿Qué te sucede? Desde el día que te encontraste con el titan bestia en el bosque, estás evitandome o negandote a recibir mi ayuda, ¿Hay algo que no me hayas dicho respecto a ese día?-

La idea de que ese sujeto la hubiera lastimado, atravesó su mente. Iba a matarlo si se atrevió a tocarla.

-Estoy intentando cooperar, Levi- él la observó sin comprender -Desde ese día, estás sobre mí como un halcón sobre su presa y sinceramente, no me agrada la idea de que me trates como una damisela en peligro o como una inútil. Solamente, estoy liberando la carga sobre ti- ya había llegado al suelo junto a él -Yo puedo cuidarme sola, mi madre me entrenó bien-

Simplemente Magia O Puramente AlquimiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora