Capítulo 28

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Conocer al Enemigo Primero

Tu padre da miedo Vero —el rostro de Alan me causa mucha risa—¿de qué te ríes? no te hemos hecho nada y ya nos odia.

Solo no me toques y nada te pasará... al menos salvé a Gabriel, bueno Gia te salvó —chocamos palmas Gabriel y yo.

Hablando de Gabriel —empieza Alan con una sonrisa malvada, Gabriel lo mira con los ojos abiertos—lo vi en un bar, fumando —todos nos quedamos sorprendidos.

¿Fumas? —asiente, bajando la cabeza—eso lo esperaba de Saith, pero ¿tú?

¿Cómo que lo esperabas de mi? —le reclama a Ian—yo no fumo —los tres elevaron la ceja desconfiados—ya no —baja la cabeza.

Mi padre baja las escaleras como todo un mafioso. De verdad si lo parece, ahora que lo miro bien.

Princesa sube por pavor, hablaré un rato con los chicos.

Si papá —me acerco susurrándole—no seas duro con ellos.

Solo hablaremos princesa, tranquila —asiento dándole un beso en la mejilla.

Subo las escaleras hacia la habitación de mi abuela, me imagino que están allá. Efectivamente ahí están hablando.

Mamá —me acerco abrazándola.

Hija mía —me abraza aún más fuerte—mi abuela ya me ha puesto al día... así que te gusta esos chicos ¿eh?

Abuela, es chismosa —se encoge de hombros—todo es culpa de mi abuela, mamá, si no hubiese alquilado cuartos nada hubiera pasado.

Hija, exactamente por esa razón ella alquiló las habitaciones —frunzo el ceño confundida—eres tan despistada hija  —acaricia mi cabello—te está buscando novio, mamá le debiste haber dicho.

Si le decía no me iba a dejar.

¡Abuela! ¿Cómo pudo hacer eso? —me enojo.

Ya lo sospechaba, pero me lo acaban de confirmar.

Mi abuela es increíble.

Ahí está la ceja levantada, está enojada —se burla mi madre—ay hija ya sabes cómo es tu abuela para que agarras lucha, ya lo hizo no se puede hacer más nada, además ¿te enamoraste o no?

Enamorada y con un dolor de cabeza ¿Qué hago ahora? —me siento mirándola.

Mi abuela sale dejándonos solas, mi mamá me acaricia el cabello sonriendo.

Debes escuchar a tu corazón —ruedo los ojos—lo sé, suena muy trillado, pero... siéntate un momento y analiza con quien te sientes más cómoda al tenerlo cerca y la primera persona que quisieras ver cuando despiertas o que mirada hace que acelere tu corazón, esa es la persona indicada solo detente a pensar.

No es fácil mamá.

No, no lo es, pero así es el amor tan complicado que a veces duele.

Te extrañé mucho sabes, siempre tienes la respuesta a todo —besa mi frente.

Yo también te extrañé —la abrazo.

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Los chicos se fueron sin mí. Al entrar a la cocina mis padres están desayunando con mi abuela. Esta escena me hace muy feliz, comer en familia.

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