Capítulo 18

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Un Pequeño Tour

Hoy me levanté tarde ya que me quedé toda la noche viendo dramas coreanos en internet. Fui interrumpida muchas veces por los chicos ya que mi abuela todavía no ha arreglado el baño de ellos. Al final terminé viendo la novela con todos menos Saith.

Tocan a mi puerta y abro cuando termino de ponerme la camiseta, encontrándome con Alan y su sonrisa matadora.

¡Ey preciosa! —me pellizca la mejilla y entra a mi habitación cerrándola tras el—Quiero hablar contigo —dijo serio sorprendiéndome.

Toma mi mano sentándome junto a él en la cama.

¿Qué te sucede? ¿Por qué estas distante con nosotros? Nos evitas a todos, pero principalmente a mi —bajo la mirada—¿Es por nuestro beso?... si es por eso, lo siento no quise hacer que te sintieras así, yo solo quería besarte porque me pareces linda.

No creo que las cosas funcionen así Alan —levanto la mirada, sus ojos penetrantes me miran con confusión—no puedes ir besando a las chicas y después decir que era porque te parece linda.

Nunca he sido bueno para esto —lleva sus manos a la cabeza revolviendo su cabellera y aun así se ve sexy—me gustas Verónica, pero no sé cómo demostrártelo —me sorprendo demasiado.

Besas a otras chicas frente a mi —recuerdo a todas las chicas con las que lo he visto besarse y no puedo creerle—¿Y aseguras que te gusto?

Solo quería llamar tu atención —está desesperado para que lo entienda.

Sus ojos me suplican que lo perdone y es que nunca lo había visto tan desesperado e inseguro. Siempre ha tenido una actitud de chico relajado, seguro de sí y me parte el corazón verlo así.

Vero, aunque parezca el chico popular, el que todas las chicas desean, el más guapo, el más...

Ya entendí —sonríe avergonzado.

—Lo que trato de decir es que yo no fui así en el pasado, era prácticamente  como Gabriel y nadie me tomaba enserio, las chicas me rechazaban y creían que yo era aburrido... por eso decidí ser así, aparentar ser el chico relajado que no le importa nada, pero creo que tú me...

Alguien tocando la puerta nos interrumpe, pero yo no puedo dejar de mirarlo, estoy sorprendida. Él me incita a abrir, abro encontrándome a Ian en la puerta.

¿Qué hacen encerrados? —alza una ceja.

No te importa —contesto—¿Qué quieres? —puso su mano en mi cara empujándome hacia un lado y entrando sin mi permiso.

¿Por qué todos entran a mi habitación sin mi consentimiento?

Los chicos y yo vamos a salir, ¿Quieren venir? —Alan sonríe volviendo a su actitud de siempre.

Me apunto —Ian volvió a mirarme, esperando a que responda.

Está bien ¿Dónde vamos? —se encoge de hombros.

Sin rumbo fijo —sonríe.

Decidimos que hoy iremos a hacer el tour que les prometí a los chicos. Como iremos a caminar mucho, busco algo fresco que ponerme, un short de jean y un suéter blanco de estampado azul, con mis sandalias negras de tiras. Me delineé los ojos un poco y me puse brillo labial.

¿Dónde vamos primero? Ya sé, ya se... llévanos a Beverly Hills —dice Alan con emoción.

No, mejor a Hollywood —opina Gabriel.

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