Capítulo 34

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¿¡Verónica!? —me giro sorprendida.

Ahí está, bajo un paraguas con la mirada confundida. Sin dudarlo corro a él y lo abrazo

¿Qué haces aquí?

Lo abrazo más fuerte sin importar lo que me ha dicho. Veo el paraguas caer y sus brazos rodearme con fuerza.

Te amo Saith, no podía dejar que te fueras así sin que lo supieras —suspira acercándome más a él.

Los chicos te dijeron todo ¿cierto? —asiento—yo también te amo, pero no lo mereces Verónica, no será justo para ti si el niño es mío.

No importa, con tal de estar a tu lado —comienzo a temblar y el suelta una pequeña risa.

Vi a una loca correr por la calle, pero no creí que fueras tú —lo miro enojada—te amo Verónica.

Se acerca besándome con fiereza frente a todas las personas que pasan por ahí. Siento mil y una sensaciones inimaginables, pero satisfactorias porque sé que él es el indicado.

Entremos —asiento con una sonrisa.

Después de prestarme ropa de él salgo a la sala, encontrando a Saith entrando con comida.

Este apartamento es hermoso —me siento en el sofá a su lado.

Era de mi abuela, ella me la dejó a mi después que murió. Un año después me mude aquí para estar más cerca de la universidad.

Es hermosa —la recorro con la mirada.

Es muy chapada a la antigua, pero hermosa y acogedora.

Terminamos de comer en silencio y nos acurrucamos en el sofá. Lo miro pensando en cómo preguntarle acerca del niño, quiero saber, pero no sé cómo abordar el tema y ¿si le incomoda contarme? 

Suelta un sonoro suspiro.

Hace dos años empecé a salir con una chica a la cual quise mucho —empezó a hablar—pero para ella yo era solo su escudo ante sus padres, ella era rebelde, los trataba pésimo y ellos a ella... un día fuimos a una fiesta de la universidad y la encontré acostándose con un amigo mío.

» Me fui a los puños con él y discutí con ella, pero días después fue a pedirme perdón diciendo que estaba borracha y no se dio cuenta que no era yo. Confié en ella como un estúpido y volvimos a estar juntos, pero me enteré de que ellos salían aún. Al enterarme los enfrenté frente a toda la universidad y ella hizo que me expulsaran, me cambié a otra y pensé que todo terminaría ahí, pero no.

Pausó un momento y vi como su mandíbula estaba tensa. Hablar de ella le causa molestia y lo entiendo, es una víbora.

Me trató como una basura y encima de eso, dijo por toda la universidad que yo la había lastimado. Como salió embarazada, dijo que yo la violé y le creyeron... ella es buena mintiendo. Todos me tacharon como un violador, nadie se acercaba a mí por miedo y como nadie tenía pruebas terminé el semestre, pero no me permitieron volver a matricularme.

Esa chica está loca —hizo una mueca intentado sonreír.

Ahora me acusa de que el hijo es mío y en dos días lo sabremos, sabremos si es mío o no, pero tengo miedo Vero —le acaricio el cabello—no sé cómo reaccionar si llega a ser mi hijo.

¿Cómo crees que reaccionarás? como un padre, lo querrás y cuidarás porque sé que serás un buen padre—negó con la cabeza—si lo serás, porque tú no eres malo y tuviste el valor para venir y enfrentarlo en vez de ser un cobarde y olvidarte de ese niño—lo abrazo y me atrae acercándome más a él.

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