Capítulo 38

139 18 0
                                    

Solo se tú Mismo, Sin ser Mujeriego

Hoy fuimos todos juntos a jugar y que mejor lugar que la sala de juegos "Cubos". Me puse algo cómodo porque sudaremos y saldrá nuestro guerrero interno. El que sugirió la idea fue Alan y nos pareció divertido.

Tuve que prestarle ropa a Gia; a Hugo, Saith le prestó ropa y me da risa porque se ven igualitos.

Me acerco a Hugo y lo abrazo por atrás.

Ya estamos listas —Saith, puso una cara de horror y Hugo también.

¡Verónica! —se alteró separándome de Hugo—vamos a cambiarnos —lo agarró y se lo llevó consigo, yo solo me reí.

Eres malvada Verónica —Gia ríe y chocamos palmas.

A los minutos bajan cambiados, Hugo vestido con un suéter blanco y Saith con un suéter manga larga negro y una gorra negra. Me fulmina con la mirada haciéndome reír.

Ya sabía que era Hugo, relájate —lo agarro por la cintura susurrándole—fue una broma.

Que graciosa —toca la punta de mi nariz.

Vámonos que esperan —Alan nos jala separándonos.

Está muy acelerado hoy, me desespera. Llegamos a Cubos donde hay toda clases de juegos y nosotros nos decidimos por juegos extremos.

De pronto Alan y Hugo desaparecen como siempre, pero con nuevo integrante... Ian.

Esto está raro.

¿Dónde están? Tenemos que jugar —Gia golpea el piso con el pie enojada e impaciente.

Gia y yo vamos a buscarlos donde se hayan metido, porque no nos querrán ver enojadas.

Recorremos todo el lugar que es muy grande, por cierto. Adivinen donde lo encontramos.

¡Si! En los restaurantes coqueteando con unas chicas, nos acercamos posicionándonos detrás de ellos.

Carraspeamos, los chicos se giraron y nos fulminaron con la mirada, no nos movimos ni un poco hasta que suspiraron y caminaron con nosotros.

¿Cómo quieres enamorar a tu chica si coqueteas con otras? —le pego a Alan, quejándose me empujó—¡oye!

Ahí está ella, bobas —sonrío avergonzada—por eso les rogué que viniéramos aquí, para poder verla.

Si nos hubieras dicho —hablamos al unísono arrepentidas.

Además nos estaba presentando a sus amigas —Ian mencionó enojado.

Nos miramos como si estuviéramos leyéndonos la mente, nos encogimos de hombros sin comprender ¿Ahora nosotros somos las culpables?

En fin, nos preparamos para empezar nuestra guerra. Nos dividimos en dos grupos muy difícil porque somos siete. Las líderes somos nosotras y Gia tiene al competidor extra.

El juego consiste en pasar unos obstáculos, empezando por atravesar la piscina de cubos, escalar el cubo y tocar la campana. Mientras que otro juego tenemos que derribarnos y el que caiga a la piscina de cubos pierde.

Que conste que tenía a los jugadores más débiles en mi equipo y por eso perdimos. Hugo y Alan.

Al terminar fuimos a comer a los restaurantes y había donas, ricas y deliciosas donas. Quería comprar, pero Saith estaba con esa mirada divertida y burlona esperando a que pidiera la deliciosa dona.

Casa de AlquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora