Capítulo 36

168 20 2
                                    

Como los Extrañaba

VERÓNICA

A pesar de todo me siento cómoda con él, a pesar de que siempre bromea conmigo haciendo que me avergüence, pero esa noche solo quise entregarme a él porque sentí que era el momento correcto.

Saith me llevó al aeropuerto donde tuve que separarme de él para volver a California, con mi abuela la abandonadora. Estoy muy molesta con ella, ni siquiera me dijo "estuve preocupada" o "estoy muy molesta contigo por irte sin avisar".

Al llegar me encuentro a Hugo y Gabriel, esperándome en la salida, me sorprendí mucho de verlos juntos. No creí que Hugo se hiciera cercano a Gabriel después de lo que pasó.

De verdad que Hugo es alguien maduro, sabe manejar sus sentimientos muy bien.

Huguito —salto a sus brazos, que me aprietan con fuerza—¿Tú que haces aquí? ¿No vas a visitar a tus padres? —le pregunto mientras lo abrazo.

No se separa de Gia —Hugo rueda los ojos.

¿Y dónde está ella? —nos señala a la rubia que viene corriendo hacia mí. Saltó haciéndome caer al suelo con ella encima—no puedes vivir sin mi ¿cierto? —niega con la cabeza, me da un beso en la mejilla dejándome su labial rojo cereza—suelta a Gabriel, pobre debe ir a visitar a su familia y tu no lo dejas.

Expuse mientras caminamos hacia el carro de Hugo, me subí en el asiento del copiloto y los tortolos atrás.

¿Qué? yo no le he dicho que no, él solo se ha quedado —sonreí.

No soy el único que se quedó —dijo Gabriel—Ian y Alan están en la casa también.

¿Ustedes no tienen familia? —reímos.

No nos quieres lo sabemos, desde el primer día nos odiaste  —dijo fingiendo tristeza, causándome risa.

No, a mis bestias... jamás los odié.

Se me están poniendo sentimentales —dice Hugo con una mueca extraña—a mí no me das tanto amor como a ellos.

Celos, celos —Gia canta haciéndonos reír.

Se enojó y empezaron a pelear como siempre, Gabriel ni se inmutó en apoyar a su novia y yo ya estoy acostumbrada a sus peleas que miré hacia la ventana, riendo por las locuras que se decían.

Después de media hora de peleas, llegamos a mi casa. Al entrar encuentro a Ian ¿tejiendo? Con mi abuela. Aguanto la risa porque se ve tan adorable con las agujas y las lanas, confundido cada vez que mi abuela hace una vuelta.

Búscate una novia —le grita Gabriel, haciendo que levanten la cabeza mirándonos.

Mija, llegaste —dejó todo y se levantó a abrazarme.

¿Por qué le haces eso al pobre? —rio, él se levanta abrazándome también—parece que te gusta tejer.

Todos tienen pareja, Hugo siempre está ocupado y bueno solo queda tu abuela —lleva su mano a la parte trasera de su cabeza avergonzado—¿Cómo te fue? —pregunta curioso.

Bien —sonrío incomoda.

No me siento cómoda hablando con él de esto, después de lo que sucedió entre nosotros. 

///

Me ducho y me visto con una pijama holgada y larga. Al salir del baño mi abuela me causa un gran susto al verla sentada con una sonrisa de oreja a oreja.

Casa de AlquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora