In my blood [Dylmas AU]

19. First Kiss

Thomas

Me sobresalté al sentir la vibración de mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón, haciendo que se me cayera la bebida que le estaba entregando a un cliente. El hombre me miraba enojado e impaciente, corrí a traer unos papeles.

Traté de concentrarme completamente en limpiar el café derramado en la mesa a pesar que mi teléfono seguía vibrando en mi bolsillo.
Cuando conseguí hacerlo, agarré el jodido aparato y vi el identificador.

"K la mejor persona del mundo mundial"

Rodé los ojos al ver el nombre con el que se había agendado la pelinegra. De pronto me acordé que ella y Dylan debían estar en examen.

Suspiré.

Dylan, el castaño que lograba que hiciera locuras con tan solo mirarme con esos ojos de cachorro y miles de lunares que deseaba besar con ansias. Lo quería como algo más que un amigo, eso estaba totalmente claro para mi, aunque no estaba tan seguro de si él se sentía de la misma manera.

Deslicé mi dedo por la pantalla, aceptando la llamada.

—¿Thomas? —la voz de la ojiazul sonaba temblorosa.

—Kaya —dije seriamente, mi mejor amiga raramente se ponía de esa manera—. ¿Que ocurre?

—Dylan —hizo una pausa—. Thomas, Dylan está en el hospital.

[...]

—Dylan O'Brien —le dije a la recepcionista tratando de tranquilizarme.

Buscó rápidamente en su computadora, habiendo encontrado el resultado, levantó la mirada y pude observar sus hermosos ojos verdes mirándome un poco curiosos.
Se sonrojó un poco y me guiño un ojo—. Habitación 234.

Caminé rápidamente al ascensor, y cuando se abrió, oprimí el botón que me llevaba al segundo piso.

Estaba realmente nervioso, no había dejado que Kaya me explicara la situación, simplemente colgué la llamada y corrí hacia mi carro. Creo que jamás en mi corta vida había conducido tan rápido, la preocupación me mataba lentamente.

Buscaba todas las posibles razones por las cuales mi tierno castaño estaría en un maldito hospital. Trataba de pensar positivo.

"Seguro que fue una broma de Kaya, y Dylan está en el hospital porque mágicamente se graduó como doctor"

Si, claro.
El ascensor llegó al piso, y a penas se abrieron las pesadas puertas metálicas, corrí por el pasillo hasta encontrar la habitación.

230, 231, 232, 233, 234.

Paré e hice una silenciosa promesa, besaría al castaño cuando tenga la oportunidad. No podía vivir sabiendo que no pude juntar sus labios con los míos por más de tres segundos.
Me había atrevido a darle un "pico" hacia unos días atrás, pero ninguno dijo nada acerca de eso, y esa fue la última vez que lo vi.

Ese día me pidió que lo dejara estudiar compulsivamente y que luego hablaríamos, cosa que no había ocurrido hasta ahora, pues había respetado su petición con la condición de que se cuidaría. Dylan solía desvelarse estudiando, lograba sacarse el puntaje perfecto, pero el precio no valía la pena.
Suspiré pesadamente antes de abrir la condenada puerta.

—¡MIERDA, DYLAN! —escuché el grito de Kaya al mismo tiempo que me adentraba en la habitación.

Dylan estaba sentado en la camilla con cara de pocos amigos y recibiendo un goteo intravenoso mientras Kaya le recriminaba algo que no entendía. El resto del mundo desapareció cuando lo vi.