Abrí los ojos debido al molesto sonido que venía de alguna parte de la cama, "In my place" de Coldplay sonaba a todo volumen como mi despertador. Sentí un par de brazos rodeándome y miré a mi alrededor, todavía no me acostumbraba completamente a dormir con Thomas.
—¿Dylan? —dijo el rubio moviéndome suavemente para "despertarme"—. ¿Dónde está tu celular?
Gruñi en respuesta y busqué en mis bolsillos de pijama el molesto aparato. Al parecer se había movido en algún momento de la noche, pues no lo encontraba por más de haber revisado unas cinco veces.
Me senté y empecé a rebuscar por las cobijas hasta que sentí algo vibrar cerca de mis pies. Tanteé por esa zona hasta encontrar al jodido celular, lo agarré y apagué la alarma.
Me levanté de la cama, fui hacia el baño, observé mi figura en el espejo, arreglé un poco mi cabello que se había despeinado al dormir. y me sorprendí al no notar las ojeras que siempre tenía bajo los ojos, el constante recuerdo de mi falta de sueño. Thomas entró al baño, agarró su cepillo y le echó una gran cantidad de crema dental.
—La cantidad de crema no hace que estén más limpios —señale a su boca. Se encogió de hombros y empezó a cepillarse. Acabó más rápido que yo y regresó a la cama, sostuve el cepillo que tenía en el baño de Thomas y limpie mis dientes, luego lo seguí.
Me lancé hacia atrás de golpe, volviéndome a echar en la cama. Thomas apoyó su cabeza en su mano y bostezó, imité su acción—. ¿Por qué tienes despertador un sábado?
Era sábado, había dormido con Thomas por ocho noches seguidas y seguía sin entender como se veía tan bien a pesar de acabar de despertar. Ignorando su pregunta, concentré toda mi atención en un mechón rubio que caía suavemente sobre su frente. Decidí dejarlo en su lugar, ya que provocaba que el británico se viera más tierno de lo que ya parecía, sin embargo, acerqué mi mano libre a su cabello para empezar a acariciarlo.
Era tan ligero al tacto que sin duda era mi ente favorito para tocar, seguido de la arena que se encontraba en el mar.Entonces recordé la "contraseña" que me había dado días atrás.para que me entregaran la llave de su apartamento.
—¿Arena azul? —dije con una pequeña risa.
—Todos los departamentos tenemos una palabra en código que se le da al vigilante, y cuando alguien se la dice el le entrega la llave —explicó sonriendo de lado y quitándose el pequeño mechón de la cara.
—¿Tu lo elegiste?
—Lo hizo Bella —negó con la cabeza.
Murmuré un pequeño "oh" y volví a echarme en la cama, tratando de no pensar en las posibles razones por las cuales la molesta chica tenía la contraseña especial para conseguir la llave del apartamento del rubio y entrar cuando se le diera la gana o a la hora que quisiera.
Sabia la razón, pero no quería pensar en eso.
Y menos cuando estaba echado en la cama donde había ocurrido "eso" probablemente repentinas veces.—Ki vendrá más tarde —dijo de pronto rompiendo el silencio—. ¿Te quedas?
Negué con la cabeza y él suspiró.
Hacía días que no pasaba mucho tiempo con Thomas como hacíamos usualmente, solo nos veíamos para dormir —ya que yo me aparecía en la noche pidiéndole en secreto que me abrazara y me protegiera de mis problemas nocturnos—, desde el lunes, la siguiente semana era de solo exámenes y ya tenía que ir preparándome.Aunque hoy planeaba ser mi ultimo día de descanso antes de matarme estudiando, tenía que gastarlo con mi amoroso y atento padre y no con el lindo rubio que estaba mirándome expectante a mi costado. No podía contarle al rubio del agradable encuentro que tendría hoy, sabía que si se lo decía, se aparecería en mi apartamento antes que mi padre o simplemente me encerraría para que no fuera.
—Necesito un abrazo —y en verdad lo hacia, bueno... necesitaba a Thomas abrazándome.
Él rió y me rodeó con sus brazos, para luego separarse un poco y mirarme directamente a los ojos. Los dos sabíamos que ese era el último contacto que tendríamos por el resto de la semana, se lo había dejado muy en claro a Thomas días atrás, explicándole que los exámenes eran realmente importantes para mi.
—Voy a bañarme, Dyl —dijo sin separarse completamente de mi. Dejó un rápido beso en mis labios y, prácticamente salió corriendo de la cama hacia el baño, cerrando la puerta fuertemente.
Me quede estático en mi lugar, no podía creer que Thomas me había besado en los labios, a pesar de haber sido un simple y corto contacto, para mi significaba mucho más que eso. Llevé dos de mis dedos a mis labios inconscientemente, y sonreí como el tonto enamorado que era.
[...]
—¡¿Cómo carajos conseguiste que Thomas Sangster se fijara en ti?! —gritó mi padre con los ojos más abiertos que de costumbre, y mirándome con todo el odio del mundo. Me encogí más de lo normal en mi sitio.
Acababa de llegar de la casa de Thomas a mi apartamento completamente feliz —manera en la que solo me sentía cuando estaba el rubio—, y mi padre ya se encontraba ahí, esperando para joderme la vida.
—No estamos saliendo en verdad —dije en un hilo de voz.
—Eso me lo esperaba —rió amargamente—. Solo un loco saldría contigo.
Ya estaba acostumbrado a ese tipo de tratos, pero aún así dolían recibirlos. Al ver que no planeaba responderle, se me acercó peligrosamente. Me pegué más a la pared, queriendo desaparecer en ella.
—¿Desde cuando se conocen?
—Desde el aniversario de mamá —respondí rápidamente, mientras más rápido acabara esto, mejor.
—Lo haces para molestarme —afirmó chasqueando la lengua—. Sabes que soy socio de sus padres, y al saber que el era su hijo, decidiste acercarte a él, ser su amigo, su novio, para luego hablar pestes de mi con su familia. —Negué con la cabeza rápidamente—. Trátalo como si fuera un jodido principe —dijo clavándome dagas con la mirada—. Si haces algo mal y yo salgo afectado, no más universidad.
—¡Mamá odiaría ver en lo que te has convertido! —escupí con un coraje que no sabía de donde había sacado.
—¡NO MERECES HABLAR DE ELLA! —me gritó, empujándome fuertemente.
Perdí el equilibro y lo miré con tanto odio como era posible, sus ojos se cristalizaron, y luego se fue, dejándome destrozado y solo en mi apartamento.
Thomas llamó horas después. No contesté y me concentré en repasar los doscientos seis huesos que tenía el ser humano, su ubicación y función, tratando de distraer a mi mente del inexplicable dolor que sentía en el corazón.
Seis días después...
Estaba en clase, tomando el tercer y último examen del día. Entendía todas las preguntas y me sabía sus respuestas, resultado de haber estudiado por más de setenta y dos horas seguidas, con pequeños descansos. La alta cantidad de cafeína en mi cuerpo era lo único que me permitía estar despierto, mi cabeza que dolía como los mil demonios, pero a penas entregara el examen podría permitirme descansar. Era el último que daría en mucho tiempo.
Completé la última respuesta y sonreí, no había sido el primero pero aún faltaban algunos por acabar. Cuando Kaya me vio levantarme del asiento, imitó mi acción.
Dejé el bendito examen en la mesa del profesor, y salí del aula seguido por mi amiga. El dolor en mi cabeza se intensificó.
—¡D, acabamos por fin! —gritó Kaya con una gran sonrisa, ella también se había esforzado estudiando, aunque no de la misma manera ni intensidad con la que yo lo hacía. Los párpados me empezaron a pesar, y la vista se empezó a nublarme. De pronto, todo lo que se había acumulado por todos estos días, se había concentrado en este momento para atacar—. ¿Estas bien, Dylan?
Quería responderle, pero antes de poder lograrlo, todo se volvió negro.
~~~
El siguiente capítulo será feliz, lo prometo :)
Lo siento por las faltas de ortografía, las corrijo mañana cuando esté con mis cinco sentidos y no muriendo de sueño.—Ares.
![](https://img.wattpad.com/cover/142614104-288-k588944.jpg)
ESTÁS LEYENDO
In my blood [Dylmas AU]
FanfictionPORTADA: @Fucktommy La vida de Dylan se había convertido a tonos grises muchos años atrás, simplemente no tenía ningún sentido. Pensaba que estaba en un abismo del que nunca saldría; hundiéndose cada vez más en el dolor y soledad. Entonces, Thomas...