In my blood [Dylmas AU]

22. Insomnio

Aviso: Tiene un poco de contenido sexual.

Rodeé en la cama, dándome la vuelta y quedando frente a frente con Thomas, quien me seguía abrazando con sus brazos por la cintura. Era miércoles por la madrugada, habían pasado cuatro días desde que estábamos saliendo oficialmente y no podía ser más perfecto. Todos en nuestro círculo social ya lo sabían.

Traté de ocultar mi risa al recordar como nuestros amigos habían reaccionado:

«Thomas y yo habíamos decidido decirles hoy en "The Glade" de nuestro noviazgo, ya que ahí nos habíamos conocido y era el lugar en el que siempre el grupo se reunía. Estábamos sentados en la mesa que usualmente ocupábamos.

—Tenemos algo que decirles —dijo el británico de pronto, levantándose de la silla y mirándome con una sonrisa. Imité su acción.

La mayoría nos miró extrañados, pero Kaya y Kat empezaron a chillar de alegría, la primera empezó a saltar en su lugar, provocando que el café al frente suyo cayera y se derramara sobre la mesa.

—¡Bravo, Kaya! —exclamó Ki sarcásticamente—. Arruinaste el anuncio de Thomas.

Kaya levantó las manos tratando de disculparse—. ¡Igual todo el mundo sabía que nos iban a decir que estaban saliendo! —se defendió. Will escupió el agua que estaba tomando, Rosa ahogó un grito, Dexter nos miró con la boca abierta, y Ki rodó los ojos, mientras que el resto reía por la reacción de nuestros amigos—. No jodan —los miró con el ceño fruncido—. ¡Pero si se han besado al frente de ustedes más de una vez! »

Observé como el hermoso cabello rubio caía suavemente sobre su frente, sus ojos estaban cerrados tiernamente y su boca estaba entreabierta. Era un poco raro verlo sin su característico ceño fruncido que tanto amaba besar.

—Eres precioso —dije besando un pequeño lunar que había en su cuello.

—Dyl —gruñó con la voz un poco ronca.

—Lo siento por despertarte, Tommy —murmuré.

El rubio tenía que trabajar al día siguiente, al igual que estudiar. Aunque yo tenía que hacer las mismas cosas, ya me había acostumbrado a tomar la cafeína suficiente para conseguirlo sin muchos problemas, a diferencia de mi novio.

—Dylan —habló serio. Se sentó en la cama y pasó la mano por su cabello—, ¿en que quedamos sobre esa palabra?

Agarré su cintura y lo obligué a volver echarse en la suave superficie, una vez que lo hizo apoye mi cabeza en su pecho y bufé recordando nuestro "acuerdo"—. Esa palabra es prohibida.

—Exacto —murmuró acariciando mi espalda. Sentí los latidos de su corazón, y besé el lugar, sintiendo pequeños pelos rubios en el—. También te dije que me despertarás cuando no podrías dormir —me regaño.

—Tienes que dormir —señale.

—¡Tu también!

Rodé los ojos y me separé de él, dándome la vuelta en la cama. Un segundo después tenia un rubio dándome la vuelta, apoyando ambas rodillas rodeando mi cintura, y haciéndome cosquillas.

No podía parar de reír—. T-Tom —dije como pude—. ¡Para! —exclamé, pero no conseguí que él me hiciera caso. Era una persona muy sensible con respecto a esas caricias, y Thomas lo usaba en mi contra de la peor manera.

—¿Me despertarás la próxima vez que no puedas dormir? —preguntó riendo, al parecer le causaba gracia verme así.

Asentí con la cabeza fervientemente, tratando de separar sus manos de mi cuerpo. Dejó un beso en mi coronilla parando con la tortura.