Octubre 06, 2012Dylan
Mire la botella llena del liquído color transparente de la cual desconocía el nombre, y, sin pensarlo dos veces, tomé otro sorbo. La bebida descendió amargamente por mi garganta, quemando todo a su paso hasta llegar a mi estómago. Reí al recordar la razón por la cual bebía: para olvidar. Lamentablemente el universo estaba tan en mi contra que ni si quiera eso me concedía.
Un mes. Hoy se cumplía un mes desde que besé, toqué, abracé a Thomas por última vez. Cada segundo, de cada minuto, de cada hora, de cada jodido día lo extrañaba aún más, a pesar de lo que me había hecho. Extrañaba todo de él, desde el exacto sabor de sus labios, hasta las caricias que recibía todos los días sin excepción. Ena una adicción, y con tan solo pensar en eso hacia que mi corazón se rompiera aún más, llevándome un poco más cerca de la locura.
Pero también se cumplía un mes desde que él negó que me amaba, se besó con su ex en frente mío —siendo Thomas quien empezó la acción—, rompió la promesa que me hizo y desde que me mudé de vuelta a mi antiguo apartamento, el cuál, por suerte decidí conservar.
—Dyl, ¿todo bien? —Preguntó mi amable compañero de fiestas desde hacía un mes, Tyler Hoechlin.
«¡Claro que sí! Tan sólo está el hecho que estoy en una casa desconocida, bebiendo una bebida desconocida, sintiendo como tu mano sube lentamente por mi muslo creyendo que yo no me doy cuenta o incomodo y que estoy a un trago de llamar a mi ex, quien no me contestará».
Fingí una sonrisa.
—Todo bien, Ty.
Apretó su agarre en mi pierna y automáticamente dirigí mi mirada hacia otro lado notablemente incómodo, y sin querer, conecté mi mirada con cierta pelinegra que no planeaba ver por el resto de mi vida. Ella se congeló al instante. Kaya me miro con los ojos muy abiertos, seguro que jamás se le cruzó por la cabeza encontrarme sentado en un sillón de una casa de una fraternidad junto a un hombre que me estaba prácticamente manoseando, y todo esto ocurriendo en una fiesta. Me sentía mal, la había vuelto a ignorar sin tomar en cuenta toda la ayuda que recibí por parte de ella después de la ruptura.
Desde que dejé a Thomas, decidí dar un paso al costado con sus amigos también, a pesar que ellos trataron de evitarlo. Sabia que no sería cómodo para nadie tener que seguir siendo amigos de los dos chicos que terminaron, teniendo que elegir bando en algún momento. Por lo cual decidí volver a mi antigua vida; obsesionado con el estudio dejando mi vida social completamente de lado. Pero esta vez hubo un pequeño cambio: como mínimo tres veces a la semana salir de fiesta con Tyler, tomando hasta el cansancio, aunque nunca llegaba al punto de despertar en la cama de algún desconocido, no había besado a nadie desde Thomas, por más que quisiera, no podría.
—Dyl... no sufras más por ese idiota —Tyler llevó su mano a mi mejilla, acariciandola tiernamente—. No vale la pena, ahora me tienes a mi.
Y como si fuera por arte de magia, una cabellera rubia apareció en mi campo de visón, Thomas.
Tenía grandes ojeras bajo los ojos, vestía una polera mía que al parecer deje en la casa, miraba al piso constantemente, mordía sus uñas, usaba lentes —jamás los usaba, prefería los de contacto—, ¡hasta tenía barba! Estaba hecho un desastre. Un maravilloso desastre que a pesar de todo lo ocurrido, amaba.
—Kaya, te dije que esto era una mala idea —gruñó aún sin darse cuenta de mi presencia.
Realmente el alcohol me afectó de una manera impresionante, porque sin tomar en cuenta de las consecuencias de mis siguientes acciones, me subí sobre las piernas de Hoechlin y empecé a besarlo apasionadamente. Correspondió el beso en un santiamén, permitiendo que todo empeorara. Después de unos segundos, sentí como llevó sus manos a mi trasero, metiéndolas debajo del pantalón y apretando dónde no debía. Eso fue suficiente para que diera un pequeño grito y me separe de él.
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In my blood [Dylmas AU]
FanficPORTADA: @Fucktommy La vida de Dylan se había convertido a tonos grises muchos años atrás, simplemente no tenía ningún sentido. Pensaba que estaba en un abismo del que nunca saldría; hundiéndose cada vez más en el dolor y soledad. Entonces, Thomas...