9. Hurt

1.1K 120 221
                                    

—Dyl, despierta —sentí como alguien me movía suavemente. No alguien, Thomas. Solté un quejido. Los recuerdos del día anterior regresaron a mente.

—Déjame dormir —gruñí.

—Bella ya llegó.

«¿Y a mi que carajos me importa?»

Dyl, ella es importante para mi y me gustaría que la conozcas.

Rodé los ojos, "ella es importante para mi" todos son importantes para ti, Thomas

Por favoooor —rogó alargando la "o"—. Dylaaaaaaaaan.

¿Qué tiene con alargar las palabras?

—Está bien. —acepté después de un rato de escuchar la melodiosa voz de Thomas gritarme en el oído.

—Gracias gatito, te debo una. Voy a verla, te espero en la sala. —dijo rápidamente para luego salir del cuarto con la misma velocidad.

Asentí con la cabeza a ningún lugar en particular y me senté. Me puse los zapatos y luego tendí la cama con toda la paciencia del mundo. Mis pensamientos divagaron hacia la misteriosa chica, ¿Cómo seria? Todos parecían amarla.

Cuando acabe de ordenar el cuarto —pensé que sería lo mínimo que podría hacer para agradecerle a Kaya— me preparé mentalmente para ver a la tan amada "Isabella" agh, hasta su nombre es bonito.

Salí de la habitación lentamente, no quería que me oyeran. Caminé admirando cada pequeño detalle del pasillo, Kaya era la persona más detallista que había conocido y supuse que su apartamento sería tan perfecto como ella querría. Escuché risas y rodé los ojos. Por favor que sea una mala persona para que tenga una excusa para odiarla.

¡Por Dios Dylan! Tienes veinte años y te estás comportando como lo haría un adolescente hormonal celoso. Tu no eres así, vas a ser amable con Bella porque lo más probable es que sea tan linda y amable como todos dicen que es.

Me sorprendí un poco al darme cuenta que ya había llegado a la sala. Todos voltearon a verme expectantes y mis ojos buscaron por toda la habitación a Thomas. ¿Pero por qué lo buscaba a él? Debería estar buscando a Bella.

—¡Tú debes ser Dylan! —gritó una chica de cabello rubio casi pelirrojo, ojos oscuros y una linda sonrisa. Corrió a abrazarme, y yo le correspondí mirándola extrañado, no estaba acostumbrado a que personas que no conocía fueran tan afectuosos conmigo—. ¡Me han hablado tanto de ti!

—¡Lo mismo digo! —dije fingiendo una sonrisa y apartándome un poco para mirarla. Sus cálidos ojos azules me inspeccionaban lentamente mientras yo trataba de apartar mi mirada de la suya. Me sentía intimidado por ella.

—¿Y como conociste a Tommy? —preguntó sin abandonar su radiante sonrisa. Lo había llamado Tommy ¡Solo yo lo llamaba así!—. ¿Dylan? —miré asustado a mi alrededor, no sabía que responderle. No podía contarle la verdadera razón por la que Thomas se había decidido a hablarme.

—Fue un cliente en "The Glade" que me llamo la atención, así que decidí invitarlo a salir. —dijo Thomas rápidamente salvándome de la pregunta. Lo miré agradecido, el me guiñó un ojo.

—¡Oh, todos tenían tanta razón, es una ternurita! —chilló acariciando mis mejillas e ignorando completamente la respuesta de Thomas—. ¡Mira esos lunares y esos ojos miel!

—¡Si! —dije fingiendo emoción—. Los veo al espejo diario.

Ella no abandonó su sonrisa ni un segundo, al parecer no notó el sarcasmo en mi respuesta. Después de unos segundos, seguía mirándome sonriente ¿acaso no le dolía sonreír tanto?

In my blood [Dylmas AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora