In my blood [Dylmas AU]

12. Car

El silencio reinaba en el carro y lo odiaba. Cuando estábamos juntos, nunca nos quedábamos en silencio, siempre teníamos algo que decirnos.
La "borrachera" se me había pasado hace rato al estar tan preocupado por el rubio a mi costado que no había dicho una palabra desde que partimos.
Mi celular sonó, era Kaya.

—K
Me enteré que te fuiste con T, hablamos mañana.

Decidí no abrir el mensaje y dejarlo así.
Prendí la radio y sonó "FRIENDS" de Marshmello & Anne-Marie. Thomas miró al aparato molesto, murmuró un "¿Es enserio?" y cambió de estación rodando los ojos.

—¿Thomas?

—Dylan... —su voz sonaba calmada, pero a la vez enojada.

En el corto mes en el que conocía al rubio, había empezado a interpretar cada una de sus pequeñas acciones, las emociones que estas demostraban y como cambiarlas para mejorarlas. En este caso, estaba enojado y parecía que iba a asesinar a alguien si no se calmaba pronto.

No había notado antes que sus nudillos estaban blancos de tanto apretar el volante, realmente estaba molesto. Es totalmente irresponsable que conduzca de esta manera, puse mi mano en su hombro y lo acaricié suavemente.

—Tommy —dije con la voz más calmada que pude—, estaciona el carro.

El estacionó bruscamente en el primer lugar que encontró —frente a una casa— y me volteó a mirar molesto. Al ver mi cara de susto por la manera en la que había parado, su mirada de suavizo y musitó un "Lo siento".

El silencio se volvió a formar entre nosotros y la tensión se podía cortar con un cuchillo.

Pensé en algo que podía decirle, necesitaba hablar, eliminar este incómodo momento. De pronto la pregunta que había estado rodeando mi mente desde que lo vi sin ella, regresó rápidamente a mi cabeza.

—¿Qué pasó con Bella? —traté de sonar casual, pero mis palabras se oían, como me sentía, desesperado por la respuesta.

Suspiró y lanzó su cabeza hacia atrás.

—Terminamos definitivamente —dijo después de unos segundos.

—¡¿Qué?! —exclamé sin poder ocultar mi sorpresa—. Los vi besándose hace tan solo una hora.

Su mirada no se separaba de sus manos; jugaba con sus dedos nervioso y cerraba los ojos fuertemente cada unos pocos segundos.

Lo miré haciendo un pequeño puchero inconscientemente, me dolía verlo de esa manera.
Claramente estaba triste por lo sucedido y yo solo lo había empeorado.

—Lo siento —dije mirando hacia la ventana.

—No tienes nada por lo que disculparte, no fue tu culpa —respondió rápidamente.

—Pero yo hice la pregunta que te hizo recordar. —Lo voltee a mirar y me encontré con sus ojos que me miraban expectantes.

—No hay nada de malo en tener curiosidad —dijo con una sonrisa de lado—. Pregunta lo que quieras, Dyl.

¡Qué bueno! porque la curiosidad me estaba matando y necesitaba saber que había ocurrido entre los dos rubios.

—¿Cómo pasó? —pregunté mordiéndome el labio.

—Primero prométeme que no te sentirás culpable —asentí con la cabeza extrañado, ¿Por qué me sentiría así?—. Me hizo elegir entre tú y ella. —lo miré con los ojos muy abiertos—. Cuando estabas bailando con Jacob, me preocupé porque pensé que seguías afuera y me sentí culpable por no estar contigo al entrar a la casa a pesar de saber como te sentías al estar en ese tipo de ambientes —asentí con la cabeza—. Estaba más pendiente de ti que de ella mientras bailábamos "nuestra" canción, Bella lo notó y se enojó —rió sarcásticamente—. Me hizo elegir entre estar contigo o ella. Vaya sorpresa que se llevó al escuchar que te elegí a ti.