"No hay opción"

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Al detenerse el auto donde la joven iba contra su voluntad, ella miro por la ventana y estaba en un aeropuerto privado ahí su padre cerca de un jet la esperaba.


-Baje-



Dijo uno de los hombres que la había traído extendiendo su mano a ella, ella temerosa la tomo pues ya no tenía opción de nada, salio de vehículo viendo a su padre acercarse a ella.



-¡¡Por fin llegaste!!-

Le dice abriendo los brazos como un abrazo.



-¡No llegue! Me trajeron a la fuerza, y lo sabes bien-



Dice ella algo molesta aunque aun con poco de miedo.




-Cariño... Sabes que esto es por tu bien-



Sonríe el viejo intentando calmarla le toca los hombros.




-Veras que estarás mejor conmigo-


La mira a los ojos detrás de unos lentes oscuros de sol.




-¡¡Con tu padre!!-



Dice orgulloso.


-¡¡Ya te dije que no soy una niña!! No puedes obligarme-



La joven con el ceño fruncido le quita las manos al anciano de sus hombros.



-Pero cariño, si puedo obligarte ¿Estas aquí o no? ¿Estamos los dos aquí cierto?-




Sonríe.


-Ahora subirás al jet y nos iremos a París, de donde no debiste salir, niña mía no me hagas usar mas la fuerza ¿De acuerdo?-



Roza el rostro de ella como si amenazara sutilmente.



-¡¡¿Y si me reuso mas que?!!..-


Dijo retante.


-Sera la ultima vez que te lo pida de buena manera-



Le susurra el viejo viéndola y quitando los lentes que llevaba, la miro directo a sus grandes ojos cafés, respiro un poco y comentó.



-Mira niña mía... Hay un sujeto que... Bueno, como decir.. Los tratos con el no salieron del todo "bien"-


Hizo ademán de entre comillas.



-Y ese sujeto me amenazó, y tu eres lo único con lo que alguien podría chantajear me y a Nicolás O'connel ¡¡Nadie lo chantajea!! Así que si te tengo conmigo, sabré que nada malo pasará-



Termina con voz un poco mas suave.



-Como si te importara mi bienestar-


Dijo ella viéndolo incrédula.




-Querida.. Si me importas, soy tu padre ¿Porque no me importarías? Solo quiero cuidarte-


Se acerco a la joven que aun lo veía desconfiada.



-No lo creo papá-



-¡Pues cree lo!-


La interrumpió mientras la tomaba de la muñeca subiéndola a la nave que estaba por despegar.



-Puedes poner a alguien que me cuide aquí -

Le grita la joven mientras intenta safarse del brazo.




-No lo creo querida-



Dice el viejo negando con la cabeza.



-Estarás mejor allá-



Prosigue a sentarse a un lado de ella, el jet esta a punto de salir las opciones se acabaron, ella solo cierra los ojos e inhala esperando que todo esto no fuera real.


Pero ¿Que podría hacer? No tenia a quien acudir ni a quien llamar, miraba por la ventana como el suelo se alejaba, por un segundo pensó en Ivan si estuviera con ella en ese momento el no dejaría que se la llevaran así, sonrió al recordarlo a pensar de lo que estaba ocurriendo, su recuerdo la reconfortaba aunque estuviera en una mala situación, solo oraba porque todo estuviera mejor, alejándose cada vez mas, de la hermosa cuidad de Londres.

"El comandante"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora