"Una conexión prohibida"

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A pocos minutos después de aquel apasionado beso, los jóvenes se separaron algo agitados por lo acontecido anteriormente, con los ojos viendo al piso y algo apenados por la situación hubo un incómodo silencio, el cual se interrumpió al escuchar un leve golpeteo en la puerta, ambos desviaron la mirada al sonido.

Dereck se levantó de aquel banco de madera, para aproximarse a la puerta para poder ver que el que golpeaba era uno de los hombres que ayudaban a custodiar el lugar.

-Perdón, el señor Malón me mando a buscar..-

El pequeño hombre delgado de cabello negro, inclinó la cabeza para poder ver por detrás del chico de ojos claros, apenas viendo la silueta de la joven, la cual estaba parada a lado del piano, Dereck al notar la curiosidad de aquel joven hombre, se interpuso en su vista, obstruyendo esta.

-¿Decías?...-

Mencionó Dereck al joven.

-Ah.. ¡Si! Me mando a buscarlo el señor Malón quería saber si término el recorrido-

El chico de ojos claros asintió para responder.

-Si, yo me reporto con el en seguida, puedes retirar te gracias-

Concluyó cerrando la puerta, para girarse hacia la joven de ojos cafés, la cual aun apenada y sin poder sostener la mirada en el, solo se acercó para salir de aquella habitación.

-Creo.. Que.. De-debo irme..-

Dereck quien de igual manera aun estaba apenado lamió sus labios, para abrir le paso a la joven.

-Tenga cuidado y descanse, señorita-

Dijo con voz suave a la joven, la puerta cerro tras ella retirarse.

Unos segundos después de aquello, Dereck llegó a la habitación la cual compartía con Steven, el cual ya estaba esperado al chico de ojos claros, lo que era costumbre todas las noches para saber lo ocurrido dentro de la mansión y fuera de ella.

Pasando varias semanas de lo ocurrido, el rey mas la princesa se preparaban para hacer un pequeño viaje, de igual forma Steven, Dereck el anciano consejero, mas la doncella. Los acompañarían a cierto evento, todo estaba listo, los autos esperaban frente a la mansión, listos para abordar, La princesa, Dereck y la doncella, viajarían en uno de los autos, el Rey, Steven, más el consejero en el segundo, ambos autos salieron al respectivo destino, Dereck quien iba delante en el asiento del copiloto no podía evitar mirar por el retrovisor a la joven princesa esta, podía sentir levemente la mirada del contrario más  sólo bajaba la cabeza, el chico de ojos claros intentando evitar mirar de más, sin conseguirlo aún no entendía el porque gustaba de observar aquella pequeña mujer de ojos oscuros, pasando un par de horas arribaban a su destino, más el segundo auto no se encontraba en buen estado, el chofer comenzó a bajar la velocidad de este, eso alteró un poco al anciano consejero, el chofer les avisó de un pequeño percance que sufrió la nave, más no era de preocuparse, avisando al segundo chofer, que su llegada sería tardía, ya casi al atardecer princesa y compañía llegaron a su destino, informados como ya era obvio que su padre y el resto llegarían un poco después de lo provisto.

Bajando del auto Dereck como ya tenía costumbre tomaba la mano de la joven para ofrecerle su ayuda al descender, más esa costumbre resultaba más agradable después de aquel pequeño beso entre ellos, un poco extraños pero al tiempo agradables de estar juntos, nadie volvió a mencionar aquel momento. 

Llegaron a una pequeña cabaña ya que al día siguiente el Rey tendría una reunión con gente de la comunidad algo burocrático, pasarían la noche en esa pequeña pero comoda choza de madera.

"El comandante"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora