No iba a pedirle explicaciones de ningun tipo. Más bien ¿por qué debería?
De todas maneras, de una mentira salió la verdad. Terminé resfriada y con un tremendo dolor de cabeza. Había decidido alejarme un poco de Mía y de Pet, más por el hecho de que ella me contó que Peter tiene una hermana pequeña, y no me gustaría que por mi culpa se contagiara. No se suponía que pasara, pero por si las dudas...
El dolor de cabeza no aminoraba al estar en un lugar tan encerrado y con tanta gente. Si pudiese faltar a la escuela juro que lo haría, pero entonces tendría que darle explicaciones al director y a la señorita Kim de porque lo hice y, hasta el momento, estoy llevando mi ultimo año de la mejor forma posible. Sin embargo, no podía dejar pensar en lo que sucedió el otro día. Todo sería más simple y sencillo si ese maldito imbécil no fuera tan cambiante.
- ¡Faye! ¡Por aquí!
Me di la vuelta para ver a Mía gritándome desde el otro extremo del pasillo que conectaba ambos edificios. Caminé hacia ella.
- Ven, los chicos tienen entrenamiento hoy, hay que ir a verlos.
- Yo no creo que sea buena idea, me voy a enfermar más.
- Solo estás congestionada. Nada que un rato al aire libro no solucione. Además, anoche estuvo lloviendo, lo que significa que el aire está un poco menos denso.
- Y que hace más frio.
- ¡Cómo sea! !Ven!
Y, como siempre, Amalia Rogers tuvo la ultima palabra. Tomó mi brazo y me guió hacia las gradas del campo. Tenía ganas de abrazarme a una manta y no soltarla jamás. Hacia un frío de mierda. Vi a Erick y a Dylan pasándose el balón de un lado a otro, Chuck daba vueltas al campo y los demás, definitivamente tenían mejores cosas que hacer. Tenía que admitir que se veía bastante guapo con el uniforme del equipo. Mordí mi labio de forma inconsciente ante ese pensamiento.
- Erick realmente ha estado insoportable estos días.
- ¿Enserio?
- Si. A veces creo que es porque sabe sobre Peter y yo, pero después lo pienso y no creo que sea algo así, si fuera de esa forma hace mucho tiempo que esos dos se hubieran matado en el campo.
- ¿Entonces, qué puede ser?
- No lo se. El otro día tuvo una discusión con mamá porque no llegó a dormir. Ese imbécil pasa la noche donde se le plazca.
Se me heló la maldita sangre.
- ¿Tienes idea de donde pudo haber estado?
- No. pero seguramente con alguna chica. Es un mujeriego. Cree que nadie lo sabe, pero yo me doy cuenta de todo lo que pasa en su vida. No de la manera correcta, pero lo hago.
- ¿A que te refieres?
- A que jamás había visto a mi hermano tan malditamente irritado. Peter me ha contado algunas cosas y quiero pensar que es por sus estúpidos negocios y peleas.
- ¿Y por qué sería sino?
- Por una chica. Y eso, querida amiga, va a acabar con él. Especialmente porque no se ha vuelto a enamorar desde hace un par de años.
- ¿Cuando se enamoró por primera vez?
- Creo que él tenía quince o por ahí. Solía trabajar en una cafeteria dentro del centro comercial.
- ¿Con quince años?
- Papá acababa de morir y, bueno Erick sentía que debía ayudar en casa. Mamá no ganaba lo suficiente para mantenernos a los tres y él simplemente quiso ayudar. Ahora todo es mejor.
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Liquid Life
Teen Fiction- Cuando me controla el enojo no se manejar las cosas. - Pues tendrás que aprender a hacerlo. Quiza en frente del mundo seas el tipico matón insoportable y mujeriego que no soporta a la chica rosa. Pero aquí, siempre aquí entre estas cuatro paredes...