Capítulo 28: ''Te amo''

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La oscura habitación de hospital se sentía tan fría que cualquiera que no estuviera bajo tres frazadas y dos sábanas se sentiría en el mismo polo norte. De a poco los ojos de Faye fueron abriéndose, acostumbrandose a la luz brillante de la lámpara adherida al cielo de esta. Había tantos estímulos en un solo cuarto cubierto de papel banco...

Su boca se sentía seca, pero no podía saborear sus labios. Sus manos apenas respondía y el ritmo cardíaco de su corazón comenzaba a acelerarse. La sensación de náuseas era casi insoportable. Miró, como pudo, su cuerpo. Muy mala idea. Tenía una vía venosa con tres salidas conectadas a las bolsas que colgaban de la cabecera, y de su boca salía un tubo enorme que se conectaba a una máquina realmente ruidosa a su izquierda. 

Un par de enfermeras y un médico entraron en la habitación. Faye estaba teniendo una reacción por la impresión a su estado actual. 

- Faye, escuchame, si no te tranquilizas tendré que ponerte un medicamento para que te relajes y eso va a volver a dormirte. Necesito que te calmes por ti sola. Nada está pasando, solo estás aquí recuperandote.

Pero eso fue aún peor. Los recuerdos del accidente, el camión impactando el auto, la visión de Damon alejándose de su vista. El ver en su costado todo cubierto de sangre...

De pronto comenzó a bajar la intensidad de todo lo que la rodeaba. Los latidos de su corazón dejaron de sentirse y las enfermeras corrieron por el pasillo buscando un carro de paro para reanimarla. 







Camille caminaba de un lado a otro a paso lento mientras sostenía en la mano derecha su sexto café de la mañana. Habían pasado ahí toda la noche. Damon se encontraba mirando por la ventana. Eran las siete de la mañana cuando notaron que John se puso de pie y voltearon para ver al Doctor Edwards salir por la puerta del pasillo hacia donde estaban todos.

- Señores Mickaelson, necesito que me acompañen...

- ¿Sucedió algo?- Preguntó Damon de inmediato.

- Es algo que tengo que discutir en privado con- fue interrumpido por Camille.

- Está bien, doctor, él es amigo de la familia.

- Bien, pero les advierto que esto puede ser fuerte de escuchar. Faye pasó una noche realmente difícil. Despertó de los sedantes mientras estaba entubada y no reaccionó muy bien. Tuvo un paro cardiorespiratorio anoche. 

- ¿Ella que...?

La impresión golpeó a Mía, quien acababa de llegar con Erick. Todos voltearon a verla y luego volvieron la atención hacia el médico que les hablaba.

- Como decía, logramos sacarla de él, pero su corazón se debilitó demasiado. Si la situación no mejora dentro del día, la operación será descartada completamente. 

Camille cubrió su rostro con ambas manos mientras John la abrazaba también entre lágrimas. Damon pateó una silla lejos. La impotencia y rabia de no poder hacer nada lo estaba consumiendo rápido.

- Damon, necesito hablar contigo. 

La voz de Erick lo sacó del trance en el que estaba. Mía lo observó con los ojos abiertos, pero no dijo nada. Se sentó en una de las bancas que estaba pegada a la pared y esperó paciente a que los padres de Faye se calmaran para preguntarles por ella. El castaño siguió al pelinegro hasta las escaleras. 

- ¿Puedes explicarme qué sucedió?

-  No tengo que explicarte nada. Ya trajiste a tu hermana, ahora te puedes ir. 

- Escucha, no es momento para esto. Necesito que me digas que está pasando exactamente. 

La cara de Damon era un poema, pero aguantó todo lo que tenía por decirle y se tranquilizó a sí mismo antes de seguir.

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