La mirada de Faye expresaba solo miedo. Erick se dio cuenta de aquello y no dejó que ese sentimiento la atormentarse más. La abrazó de tal forma que su cuerpo comenzaba a destensarse de a poco.
- No estás enojado.
Afirmó en sus brazos.
- No quiero estarlo en este momento.
- Te mentí... te mentí y y-yo-
Él suspiró y la miró con el ceño fruncido.
- Es como si quisieras que me enojara contigo.
- Es que no quiero que esto cambie solo por el hecho de que estoy en una cama de hospital. No quiero que dejes de decirme cómo te sientes o qué piensas.
- Podemos hablar de eso otro día, si quieres. Tengo que salir si no quiero que me vengan a sacar entre todos de aquí.
Le dijo acariciando su mejilla por última vez antes de levantarse de la cama.
- Voy a extrañarte estando aquí.
- Bueno, siempre hay está el jodido idiota que entra por las ventanas ¿o no?
Faye le sonrió como nunca antes. Erick salió de ahí con sus manos en el bolsillo y una expresión seria en el rostro. No podía salir con una mueca de agrado en el rostro. Se supone que ellos no se llevan bien de ninguna forma.
Erick.
Salí de allí con Mia aprovechando que Damon había entrado a ver a Faye, y que su madre estaba en no tengo idea donde. Caminé de prisa hacia el auto que estaba estacionado en el parking del hospital y me metí a él por el lado del piloto. Mía hizo lo mismo por su lado. Puse el auto en marcha y el camino de vuelta a casa fue silencioso, hasta ahora.
- ¿Qué te dijo, Faye?
Preguntó Mía. Su voz era baja, estaba probando mi estado de ánimo.
- Que sabía sobre ti y Peter- ella iba a pelear, pero no la dejé- No lo justifico. No estoy diciendo que lo comparto. Solo que toda la mierda en la que te estás metiendo al estar con él es una puta pasada...
- ¿De verdad piensas que está conmigo solo por ti?
- Si...- no iba a mentirle.
- ¿No crees que alguien se pueda enamorar de mi?
No iba a ir ahí. No íbamos a volver a esa vuelta de que la que no teníamos salida, porque conozco a mi hermana. Mía jamás ha sido una chica calculadora y mentirosa. Y tampoco creía que lo fuera ahora, es solo que se enamoró de ese imbécil... y no estoy seguro de dejarla tranquila con eso.
Llegamos a casa y mamá estaba preparando el almuerzo. Pasamos a la sala y, para varia, el punto se sentó en mi lugar. Con un par de cojinazos la corrí de ahí para sentarme.
- Dejen ya de pelear- Nos advirtió mamá - ¿Donde habían estado?
- Fuimos a ver a Faye al hospital, mamá, está bastante delicada la situación con ella. Erick ambién fue a verla.
Miré a mamá solo para recibir una mirada de sorpresa.
- Te acompañé a verla, no fui a verla a ella.
- Entraste a hablar con ella. No entiendo por qué te cuesta tanto admitir que-
- ¡No me cuesta admitir una mierda!
- ¡Erick!- me regañó mamá.
- ¡Lo siento! Pero las dos tienen que dejar de meterse como supieran la mierda misma que está pasando. ¡Ninguna tiene una puta idea!
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Liquid Life
Novela Juvenil- Cuando me controla el enojo no se manejar las cosas. - Pues tendrás que aprender a hacerlo. Quiza en frente del mundo seas el tipico matón insoportable y mujeriego que no soporta a la chica rosa. Pero aquí, siempre aquí entre estas cuatro paredes...