El fin de sema a esperaba por lo menos pasarlo de forma tranquila, pero lamentablemente, con una persona como Camille al lado, no es algo posible.
No le respondí el telefono a nadie en todo el sabado. Amalia era la que más llamadas perdidas dejaba en mi telefono. Abby tambien llamó reiteradas veces, tampoco quise contestar.
El domingo quise distrarme por lo menos unas horas antes de volver el lunes a la escuela, pero para variar, no pude hacerlo porque mi auto decidió morir de un dia para otro.El día lunes por la mañana llegué tan temprano a la escuela que prácticamente llegué con los conserjes a abrir. Dejé mi bolso sobre los asientos es estaban por detrás de la cancha de football y me dispuse a leer un rato antes de que empezaran las clases. Sabía que todos tenían conocimiento de lo que sucedió el fin de semana, pero no quería toparme con la mirada acusatoria de todos. No es que me importe lo que la gente diga, pero la presión social de cien personas contra una es bastante.
Sin darme cuenta el timbre comenzó a sonar indicando que las clases estaban por comenzar. Tomé mis cosas y bajé de ahí en direccion a las aulas. Mía me encontró a mitad de camino.
- Pensé que no llegarías hoy.
- ¿Y perderme la mejor clase de biología del mundo? Como podría ocurrir...
- No tienes que evitar lo que pasó, estoy segura de que Chuck tiene una muy buena explicación para lo sucedido, solo tienes que escucharlo.
- No estoy tan segura de si quiero involucrarme en esto Mía, lo siento, no es lo mío.
- ¿A que te refieres?
- Se que tu estás acostumbrada a que tu hermano, Pet y los chicos estén metidos hasta la mierda en cosas que no se les puede llamar ''legales'', pero yo no. No quiero saber de esto.
- Si tu no quieres nadie tiene porqué relacionarte con ellos, no tienes nada que ver con Erick ni con el hecho de que muevan todos lo que hacen.
- Lo sé, pero obviamente si sigo aqui van a hacerlo, van a relacionarme con todos ustedes y no quiero meterme en problemas. No puedo meterme en problemas ¿entiendes?.
- No los tendrás, lo prometo.
- No tienes que prometer nada, Mía. Has sido realmente genial conmigo desde que llegué aqui, pero no quiero más esto. Si lo del viernes fue el principio de lo que veré de todo su mundo no quiero ver el resto.
La dejé a mitad de pasillo hablando mientars acomodaba mis cosas para entrar al salon. No tenía la menor idea de que haría ahora que soy una rechazada social.
Me escondí de Chuck un par de veces antes de que me encontrara. Sabía que estaba buscándome para hablar y realmente no quería hacerlo. Mi mente ya tenía bastante en que pensar con todo lo que estaba pasando en casa.
Al salir de la escuela tuve que salir por la puerta de la biblioteca, que daba directo al estacionamiento de la escuela.
Necesitaba salir de ahi cuanto antes. No necesitaba seguir gastando tiempo en un lugar donde claramente no quería estar.- Faye...
Mi paso se detuvo al escuchar mi nombre. Quiero que me trague la tierra ahora.
Me volteé para verlo mejor.- Faye, yo...
- No es necesario, de verdad. Yo... estoy bastante segura de que no fue intencional.
- Escucha, esto es algo muy nuevo y...
- Tampoco es necesario que mientas, o que hagas una tormenta en un vaso a medio llenar. Lo importante es que si querías que nos conocieramos, pues bien, lo hicimos.
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Liquid Life
Ficção Adolescente- Cuando me controla el enojo no se manejar las cosas. - Pues tendrás que aprender a hacerlo. Quiza en frente del mundo seas el tipico matón insoportable y mujeriego que no soporta a la chica rosa. Pero aquí, siempre aquí entre estas cuatro paredes...