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Daphne...

Al llegar a Sevilla tuve que empezar de cero otra vez.
Primeramente tuve que buscar un empleo y con suerte no tardó mucho mi búsqueda y me quedé en una tienda de ropa donde tenía la facilidad de estudiar y hacer mis tareas ahí mismo.

Después busqué la escuela de derecho en donde revalidé los estudios cursados en el otro colegio. Con suerte me aceptaron y comencé a tomar mis clases otra vez.

Me hice amiga de dos maravillosos chicos: Cassandra y George. Ambos eran amigos desde siempre y nos adaptamos muy bien en cuanto a gustos y ambiciones.
Salíamos y hacíamos las tareas juntos de vez en cuando. Además de que conocí a Emmanuel, un chico maravilloso que siempre me apoyaba.

- ¿y ya eres novia de Emmanuel? - me pregunta Cassandra.

-No -me sonrojo. -él solo es mi amigo.

-pero bien que te gusta- George me da un codazo y yo me sonrojo.

Justamente, como si lo estuviéramos llamando por telepatía, Emmanuel apareció.
Nos saludó a los tres y se sentó a mi lado.

-nosotros nos vamos, no queremos hacer mal cuarteto - Cassandra se ríe y se retiran.

-estos siempre diciendo tonterías- me sonrojo y él ríe.

-lo sé, los conozco. Daphne, tenemos que preparar la audiencia que nos encargó Tovilla.

-cierto, ¿tienes alguna idea?

-pues podemos hacer como si fuéramos una pareja que se va a divorciar - reímos.

- ¿es en serio Emmanuel?

-digo - levanta sus manos y seguimos riendo. -esas situaciones son el pan de cada día en los despachos según dice mi padre- se encoge de hombros.

-al menos tienes una noción de lo que es ser abogado.

-mi padre me dice que entre a las audiencias con él y pues he aprendido mucho de lo que hace.

-eso es bueno, a ver si me das algunos consejos- me guiño y se ríe.

Me sentía plena y feliz con mi nueva vida. Harold no dejaba de llamar y dejar mensajes pero los ignoraba.
Fue tanta su insistencia que mejor cambié de celular y me deshice del anterior para tener paz al fin.

- ¿y por qué cambiaste de número? - pregunta Cassandra extrañada.

-tuve que hacerlo, un teléfono extraño no dejaba de molestarme.

- ¿extraño o conocido que no querías responder? - George mueve sus cejas y nosotras reímos.

-extraño por supuesto.

-Collins, sabes que nosotros podemos discernir cuando nos mienten y evidentemente tú lo estás haciendo. Cuenta ya.

-es que no hay nada que contar.

-sí hay y no lo quieres decir.

-está bien. Es un "amigo" de Madrid.

- ¿amigo?

-bueno, el hermano del idiota de mi ex. Él y yo desarrollamos una bonita amistad que el imbécil de Alessander destruyó y él se dejó llevar y me dejó de hablar. ¿Qué es lo que quiere ahora?

-seguramente él tiene sentimientos de por medio. ¿Alessander te ha llamado?- cuestiona George.

-para nada.

-entonces a él le gustaste y lo sigue haciendo.

-pero él es mayor que yo... Además debe tener otras pretendientes.

Buscábamos lo mismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora