Daphne.
Creí que las palabras de Miranda se "cumplirían" después. Iba acomodando las piezas en mi puzzle mental. Ella se refería al doctor Prescott. ¡Y lo tenía enfrente!
-Por las pistas que Miranda me dio, el chico tiene unos bellos ojos azules como el mar... ya me imagino cómo es que pudo enamorarme- lo miré fijamente.
-De qué le sirve tener ojos bonitos si es un patán y cobarde.
-Ya no tienes que hacer indirectas- dije rápido. -Sé que estamos hablando de ti.
-Daphne... Perdón por ser tan cobarde. Hasta en esto no quise ni decir que era yo.
-Harold, de ti es quien tanto habla Miranda y me lo pinta como el mejor chico del mundo. No me importa que hayas sido un cobarde como dices, tienes un gran corazón y puedo palpar tu interés en mí, te tomas el tiempo de estar conmigo a pesar de que tienes muchas cosas que hacer y pacientes que atender.
-Intentaba tratarte como a una paciente, pero por lo que hemos vivido me resulta imposible. Ya sé que soy malísimo actuando- rió. -todos estos días alejado de ti me resultaron un verdadero infierno, tenía ganas de volver a abrazarte sin temor a que te sintieras incómoda.
-No, ya no tienes porqué tener esos sentimientos- tomé su dorso. -He comprendido y yo actúe mal. La culpa es de los dos.
-En eso no sé si apoyarte, fui un cobarde que huyó de su responsabilidad...- puse un dedo en su boca.
-No digas nada más, ya el pasado se quedó atrás.
-Te quiero tanto Daphne- en un momento repentino, sus labios se unieron a los míos en un beso intenso.
Si Harold era para mí , ¿Por qué no estar juntos?
Kiara.
Fui a la habitación de Daphne para visitarla ya que en todo el día no lo había hecho.
Cuando abrí la puerta, vi que ella y Harold se besaban con necesidad. Él estaba a su lado izquierdo en la cama y ella lo abrazaba.
Cerré la puerta con delicadeza para que no notaran que había estado ahí.
Apreté los puños. ¡Maldita sea!
Pero esto tenía que pasar... ¿qué esperaba? ¡Maldita Daphne!Me orillé en el pasillo y derramé unas cuantas lágrimas de coraje.
No sé cuánto tiempo estuve así, hasta que Ian pasó por ahí y me tocó el brazo.
- ¿Te encuentras bien Kiara?
-Sí sí- me froté los ojos.
-Es que me pareció verte llorar.
-No, es... el sueño, sí eso es.
-Ah, pues necesitas descansar.
-Lo haré después de visitar a mis pacientes.
-bien, hazlo. Nos vemos mañana que yo también me muero de sueño.
-Sí, hasta mañana primo- le sonreí y me giré a la puerta de esa maldita pues Harold salió rápidamente y se alejó.
-Daphne- sonreí mientras mi subconsciente quería asesinarla en ese momento.
-Doctora Kiara. La esperaba.- dice muy sonriente.
-Perdona pero estuve muy ocupada todo el día y hasta ahora me pude escapar.
-Siendo así no importa- sonrió y comenzó a platicar, no mencionó nada acerca de Harold por más que yo intentaba excavar.
Terminé mi turno y me encontré con Roberto en los vestidores. Él me vio y sonrió pero al verme con cara de tristeza su sonrisa desapareció.
- ¿qué tienes Kiara? - pregunta preocupado.
ESTÁS LEYENDO
Buscábamos lo mismo
RomanceCuando Daphne Collins comete un error, emprende una aventura que la lleva a parar hasta España. Pero su entrada a la ciudad no fue tan buena, pues ingresó a un hospital de Madrid después de ser agredida ella y otras personas. Ahí es donde conoce a H...