Viviana

19. Te Extraño

Era imposible olvidar lo sucedido, seguía molesta, desilusionada y aunque no tenía pruebas me sentía traicionada por Izrael, mi mayor temor era descubrir que la persona a quien amo quizás no sienta lo mismo por mí.

Pasaron cuatro días sin verlo y solo hablamos un poco por teléfono porque ambos estábamos ocupados por los exámenes, pero nada de mencionar el tema de la tal Alexa.

-Por donde andará tu cabeza hoy?- Preguntó Max que estaba sentado detrás de mí -Tengo rato preguntándote algo y no contestas-

-Lo siento Max, que me decías?- No solo eran los exámenes finales, estaba todo el tema de Izrael que no salia de mi mente.

-Te preguntaba que si recuerdas que me debes un almuerzo.

-Lo había olvidado completamente-Susurré para que el profesor no nos escuchara

-Podemos cenar hoy si quieres, hay oferta de alitas picantes en Joshep's- Yo reí ante su propuestas, quizás Max no era tan rico como Izrael, pero como la mayoría de chicos en la universidad era de una clase social muy diferente a la mia, que me hablara de alitas picantes me sorprendió bastante.

-Jaja no sabia que te gustaban, pero hoy no puedo, ni tu tampoco, si quiero lograr A en patología tendré que amanecer estudiando.

-Está bien, pero iré cobrando intereses, ya me debes dos salidas- le sonreí y volví a dirigir mi mirada al frente de la clase, aunque sé que lo que me propone son salidas de amigos, algo que me dice que no debería hacerlo.

Terminó la clase y me despedí de los chicos, fui hasta la casa y preparé algo de cenar, me urgía que Arlet se mudara a la ciudad porque me siento muy sola, terminé de estudiar y necesitaba descansar, vi en mi celular un mensaje de Izrael.

Mensaje

Izrael: ¿Estás ahí? no puedo dormir, te extraño demasiado

Viviana: No tengo sueño

Izrael: Puedo ir a verte?

Viviana: mmm Si quieres

Izrael: Ok! estaré ahí en minutos

Me levanté casi corriendo de la cama, llevaba bata de abuela y quería sacar lo sexy para el, ademas, yo también tengo mis necesidades y las tenia bien olvidada en estos cuatro días, busqué mi ropa interior de encaje, arreglé mi rostro y mi cabello, eché un poco de ambientador a mi cuarto y en mi piel puse un poco de su perfume favorito. Minutos más tarde como lo había prometido el timbre sonó y corrí a abrir la puerta, no alcancé a abrirla completamente cuando los labios de Izrael ya estaban pegados a los míos, unidos en un suave y tierno beso, que estaban ansiando desde hace semanas.

-No sabes cómo te he extrañado bebe- Dijo al alejarse de mí

-y yo a ti amor, pero de verdad estas muy sospechoso últimamente.

-Jaja que cosas dices- me volvió a abrazar

-Izrael no te burles, enserio ya no se ni que pensar contigo

-Mi amor ya te expliqué, ella es solo una compañera de clases, pero ya no hablemos de ella por favor-me volví a alejar de el y lo miré fijamente, necesitaba que entendiera que no estaba dispuesta a soportar engaños- Viviana tu sabes que eres la mujer más importante para mí, no quiero, ni necesito otra persona en mi vida.

-Está bien, pero que conste que ya te advertí

-Bebe ya, no sabes lo que he sufrido en estos días, extraño todo, extraño el café que preparas, tus besos, tu abrazos- decía mientras me abrazaba fuerte.

-¿y qué más?- lo separé de mi, mordí mi labio

-Extraño estar contigo, en la cama y en todos los lugares donde sea necesario

-Jaja estás loco

-Unjuu, pero loco por ti- tomó mis piernas en sus manos, me llevó hasta la cama y suavemente me dejó en ella para luego subir encima de mí, volvió a besar mis labios una vez mas, luego  mi cuello, estaba asimilando cada sensación, lo hicimos otra vez, como siempre, pero de una forma diferente, nuestros cuerpos parecían estar hechos para estar juntos.

-Mañana iremos a un lindo lugar- dijo mientras estaba sobre su pecho, sintiendo su delicada piel aún ardiendo.

-¿A dónde? pregunté

-No, siempre lo quieres saber todo y no te lo diré, pero quiero compensar todo el tiempo que no salimos- yo le sonreí y volví a tumbarme en su pecho, cerré los ojos para quedarme dormida, terminé olvidando el pequeño incidente.