30. y cuando te busco...

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Sabia que la encontraría en el jardín, la conozco tanto.

-Hola- dije con voz ronca al acercarme a ella, con miedo de que las cosas terminaran peor que como estaban.

-Hola- ella se giro hacia mí, luciendo más hermosa que nunca, su cabello tenía otro color, más claro quizás y llevaba puesta una blusa que dejaba ver parte de su abdomen, desde cuando era tan atrevida?

-¿Que estás haciendo?- dije nervioso tratando de entrar en conversación, buscando una excusa para hablarle.

- Sali a..

- A ver las rosas- interrumpí- si, recuerdo que te gustaba hacer eso- ella siguió observando las flores sin decir una palabra, yo no quise presionarla, hasta que segundos más tarde se decidió a hablarme.

-No quería venir a la fiesta, pero luego pensé que no tengo porque esconderme de ti, creo que ya lo hemos superado.

- Si que lo hemos superado- dije sarcásticamente- Creo que lo que pasó anoche es una prueba de eso.

-Lo de anoche no prueba nada-dijo colocando la regadera en el suelo, se quedó mirando a lo lejos, hacia la casa – Tu esposa nos está mirando.

-Sí, ya me voy, pero me gustaría hablar contigo, después- le dije

-A mí también me gustaría, pero es mejor que te vayas-Le hice caso y volví a la casa para no levantar sospechas de mis sentimientos hacia Viviana, fui hasta el cuarto y Alexa aún miraba la ventana.

-¿De qué tanto hablaban?-preguntó

-Solo la saludaba- dije ignorándola

-Sabes que no te creo-dijo molesta-Se que algo pasa con la gorda esa Izrael.

-Sabes que? creo que estas volviendo loca-Salí del cuarto para no seguir escuchándola, de donde había sacado esas conclusiones? acaso era tan obvio? Bajé a desayunar con mi familia, esta vez Viviana, Arlet y su madre no nos acompañaron como la noche anterior, mi madre y Alexa hablaban de decoración. mi padre y mi hermano hablaban de la empresa y yo, yo solo pensaba en los labios de Vi y en lo feliz que era cuando estaba con ella, pensé que seria fácil, pero verla de nuevo me ha hecho cuestionarme si de verdad estoy haciendo lo correcto, pensando en el que dirán los demás.

-En que piensas amor?-dijo Alexa provocando la atención de todos en la mesa, yo negué con la cabeza y dí un sorbo a mi café.

-Has estado muy extraño hijo-Completó mi madre

-No es nada, apenas hace dos días terminé de los exámenes finales y estoy muy cansado.

-Bueno hermanito-interrumpió Adam-Entonces te sugiero que te vayas a dormir una siesta porque esta noche se va a amanecer.

-Jaja de que hablas loco?-pregunté riendo.

-Después de la fiesta con la familia iremos a Éxtasis, la nueva discoteca

-No, yo no tengo ánimos de eso

-Ay si! vamos amor, por favor- exclamó Alexa, una razón menos para salir, o me sentía con ganas de nada, así que les pedí que dejáramos el tema, esta noche no iba a ningún sitio. Terminamos de desayunar y cada quien tomó su lado hasta que la pequeña fiesta que según mi madre iba a ser muy intima familiar, busqué discretamente a Viviana por toda la casa, pero no había señales de ella, decidí visitar a mis amigos, tenia bastante sin verlos, cuando regresé ya habían algunas personas para la fiesta así que me fui hasta mi cuarto a prepararme, abrí la puerta y Alexa se encontraba sentada frente al espejo.

-Porque has tardado tanto?-preguntó molesta

-Me he entretenido con Victor

-Izrael estoy lista desde hace una hora-dijo viendo su reloj

-y porqué no bajaste?

-No entiendo como puedes preguntarme eso-acaso no entiendes que soy tu prometida y que no puedo llegar sola

-Ahh no quieres llegar sola, pues entonces siéntate y espera que yo me prepare- se dió la vuelta y volvió a sentarse, fui al baño y comencé a prepararme para la fiesta, una vez listo, ambos bajamos, sostenidos del brazos como compromiso obligado, pero mis ojos se iluminaron al ver al final de la escalera a mi princesa, estaba hermosa, que dijo yo, estaba perfecta, tan angelical, bajaba las escaleras con mi mirada fija y solo podía preguntarme ¿De verdad podré vivir sin ella?

No podía dejar de mirarla la fiesta entera, anoche fue como un sueño haber besado sus labios de nuevo, quería encontrar el momento para hablarle pero siempre estaba con nana, Arlet, los gemelos o con Adam y ademas Alexa no se me despegaba ni un segundo, debía buscar la forma de hablar con ella, lo necesitaba demasiado, fue hasta que escuché a mi hermano hablar de su salida en la noche que supe que era el momento indicado para estar con ella, a solas.

Todos se habían retirado y yo pretendí quedarme dormido, aunque Alexa intentó hacerme un berrinche para que saliéramos, la convencí de que estaba muy cansado, a las 12 de la noche me salí de la cama y me puse la ropa para salir, Adam y las chicas ya se habían ido, así que me fui hasta la discoteca donde estaban.

VivianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora