22. Sorpresa

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Con una maleta de manos llegamos al aeropuerto del que Izrael piensa que me iré a visitar a mi madre.

-Esperaré a que te llamen-dijo y sostenía mi mano entre la suya.

-No bebe, no tienes que hacerlo, yo puedo esperar sola- No quería que se diera cuenta de que no iba a ningún lado- Mejor vete que se te hace tarde.

-Está bien amor, feliz viaje- se despidió con un beso – Te amo

-Yo más- fui hacia dentro del área de espera y esperé unos diez minutos, salí y cuando no vi señales de Izrael tomé un taxi hasta la parada de autobuses, después de varias  horas de viaje llegué hasta la mansión,  no había vuelto desde hacia unos 8 meses, aunque Izrael si iba muy a menudo, entré y en el jardín me encontré con varias personas del servicio que estaban felices de verme, minutos después subí hasta el cuarto de los gemelos, estaba emocionada de verlos de nuevo.

-Mis niños!!- grité al entrar a la habitación de juegos, ambos sostenían juegos en sus manos- Pero que hermosos están!!

-Vii!! - Gritaron al verme -Tu estas más linda Vi- exclamó June

-¿Tú crees eso June?- dije haciéndome la sonrojada ante tan hermoso cumplido.

-Si- gritaron al unísono y volvieron a abrazarme, me quedé un rato con ellos y luego fui hasta mi antigua recamara que gracias a Dios, aún no había sido cedida a otra trabajadora.

-Viviana, la señora quiere hablar contigo- me dijo Gina entrando a la habitación.

-Ahora mismo voy- deje de organizar la ropa y me dirigí a una nueva oficina de la señora.

-Viviana pero que hermosa estas, te has convertido en toda una mujer- Expresó, aunque ni siquiera se acercó a mí para saludarme- Cuéntame ¿Ves a Izrael muy seguido?- me hubiese gustado decirle que prácticamente vivimos juntos y que hacemos el amor todos los días, pero no tengo tanto valor.

-Sí, a veces nos juntamos  a hablar.

-Lo sé, lo mencionó la ultima vez que vino, te pedí que vinieras porque estaba pensando hacerle  una fiesta para celebrar que estará en casa, algo pequeño y quiero me ayudes a prepararlo, creo que lo conoces hasta mas que yo.

-Claro señora, yo feliz de hacerlo y si aún hacen la compra los sábados, iré ese día para comprar lo necesario.

-No linda, creo que no me escuchaste bien- dijo un poco sorprendida -Es para su bienvenida mañana.

-¿Mañana? ¿Él le dijo eso, que vendría mañana?- pregunté confundida.

-Sí, claro, bueno me dijo que no le dijera a nadie y que me tiene una sorpresa, pero pensé que lo sabías.

-ah sí! ya recuerdo que lo había mencionado, lo prepararé para  mañana entonces- ese tontito, de seguro me quiere dar una sorpresa, aunque el no sabe que yo estoy aquí o tal vez uno de los gemelos se lo dijo, si, seguro fue eso-pensé.

Después de inventarme un millón de excusas sobre porque nadie debía mencionar que yo estaba en la mansión,  le hablé por teléfono a Izrael.

I: Hola 

V: Hola amor

I: Mi vida, casi no tomo el teléfono, por qué  me sale como desconocido?

V: Ahh no sé, es algo de aquí al parecer

I: y Cómo estas?

V: Bien bebe, un poco cansada por el viaje ¿y tú?

I: Bien, aunque ya extrañando mucho tus besos

V: yo también te extraño

I: ¿Y nana está ahí? Me la pasas

V:No, ahora no está, pero luego te la paso

I:Ok bebe

V:Oye amor ¿Qué harás mañana?

I:Lo mismo que hoy, voy a trabajar en el proyecto para el amigo de mi padre ¿Y tu abuela está bien?- cambió de tema

V:sí, todo está bien, ya me tengo que ir amor

I:ok,  te amo- dijo antes de cerrar

V:yo a ti- Colgué

El día pasó y perdí toda la mañana  preparando la comida, Elizabeth literalmente lo dejó todo para que yo lo hiciera, la comida, las bebidas, el postre y lo peor de todo es que ni siquiera estaba segura de que Izrael fuera a venir, cuando terminé de la comida, iba a comenzar a prepararme, si de verdad el venia quería estar hermosa para la ocasión, quizás hoy era el día en que por fin le diríamos a todos.

Sonó el teléfono de la cocina

-Buen día, casa de la familia Saad- Contesté

-helloo-  se escuchó

-Adam!!

-Vi! que sorpresa! que haces ahí?

-Vine por las vacaciones, si, se supone que es una sorpresa

-Pues mira que me has sorprendido, pensé que ese niño no te soltaría nunca

-hey!  que cosas dices

-¿volverás para mi graduación verdad?

-Claro, no me lo perdería

-Eso espero!  llamaré más tarde para hablar

-Está bien, cuídate mucho ¿si?

-Tú también nena, Bye- Colgó

justo cuando terminaba escuché a la señora decir que ya Izrael estaba por  llegar, me fui a mi cuarto, estaba hecha un desastre y no lo podía esperar así, busqué un vestido hermoso y también me puse maquillaje, cuando acabé de cambiarme me dirigí a la sala de seguro Izrael ya estaba ahí.

VivianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora