16. Te he observado

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- Quien come sola en un restaurante?- hablaba a mi misma -Nadie lo hace, pero de todas formas trataré de disfrutarlo- me sentía molesta con Izrael, mientras comía mi entrada un chico se acercó hasta mi.

-Puedo sentarme aquí- miré hacia todas las mesas tratando de encontrarle una mesa vacía, pero todo estaba lleno.

-Si, claro- le dediqué una sonrisa fingida y volví a dirigir mi vista hacia el plato de palitos de mozarella, no quería ser grosera, pero ya tenía la idea de que sería una noche para mí y este chico solo me distraería con esos ojos.

-Me Llamó Max- se presentó después de sentarse.

-Viviana- dije sin mostrar interés.

-Lo sé- levanté la cara del plato para mirar su rostro, era muy apuesto, yo no olvidaría un hombre así -Vamos juntos a biología, tu siempre te sientas delante y contestas todas las pregunta.

-Ahhh si, ya te recuerdo- no lo recordaba, como no podía recordarlo?

-Es extraño porque siempre has llegado después de mí y nunca miras hacia atrás-

-Creo que un día te vi salir- el alzó sus cejas, no me estaba creyendo- bueno está bien, no te recuerdo, pero ya si te conozco ¿feliz?

-Mucho- Sonrió-¿Y qué clase de novio, deja a su Reyna andar sola en la noche?- preguntó y no se imagina cuanto le atinó a la situación.

-El mío- dije aún estando casi segura de que coqueteaba conmigo.

-¿Que quieres pedir?- miró el menú que recién le trajo el mesero, cambiando completamente el tema

-Pasta, quiero pasta- dije como una niña ansiosa

-Yo también pediré pasta, de aquí te puedo recomendar los Ravioli rellenos de Salmón y queso mascarpone– lo miraba muy atento mientras hablaba de comida.

-Uyyy que rico se escucha eso – dije

-¿Entonces eso será?- preguntó y yo asentí muy sonriente, ordenamos y seguimos hablando, luego comimos y todo estaban deliciosos, el era muy divertido y muy culto sin duda, me entretuve tanto que eran casi las 11 de la noche.

-Ya me tengo que ir- Dije al mirar el reloj del celular y ver que habían unas 20 llamadas de Izrael.

-Te acompaño hasta tu casa- dijo rápidamente.

-No hace falta, me voy en taxi- lo mire una vez más -me divertí mucho.

-Yo igual, fuiste una gran compañera de mesa- le di un beso en la mejilla, supongo que eso no tiene nada de malo, salí afuera y tomé un taxi.

Llegué al departamento, encendí la luz del pequeño recibidor de color blanco, para encontrarme con Izrael acostado en el mueble, por la forma en la se sorprendió me imaginé que estaba durmiendo.

-¿Dónde estabas?- dijo cruzando sus brazos.

-Eso ya lo sabes- lancé el pequeño bolso al sofá y me quité los zapatos.

-¿Sigues molesta conmigo?

-Sii, Muy molesta- dije caminando hasta el cuarto con los zapatos en las manos.

-No me gusta verte así, pasaremos juntos la noche del sábado, ¿si? Te lo prometo- se aceró hacia mí para darme un abrazo, lo miré muy molesta, pero de todas formas le di un pequeño beso, era muy débil con él, eso lo sabía.

-¿Estuviste sola toda la noche?- dijo en la puerta del baño, por Dios! no dejaba de seguirme.

-No- contesté

-No y ya, ¿eso es todo?- Salí del baño y me acerqué a él, le di otro beso en la mejilla, tomé sus manos y lo lleve hasta la sala.

–Aquí vas a dormir- le dije señalando el sofá

-Bueno si eso quieres, que duermas bien amor- no le respondí y me fui hasta mi cuarto, puse el seguro por supuesto y me acosté, esa noche quería estar sola, quería descansar de Izrael, de todo, tomé mi celular y llamé a mi madre como siempre antes de dormir

En la mañana del sábado me levanté Izrael se fue hasta su departamento para hacer un trabajo de la universidad y yo aproveché para organizar y luego buscar el atuendo para la cita,  era la ocasión perfecta, por fin íbamos a salir después de tantos meses prácticamente viviendo juntos.

Llamé a mi mejor amigo, tal vez podría verlo después

-Hello? Johan ¿qué haces?-

-Estoy ayudando a Emely con algo- Johan es de los chicos que se centran en la relación, así que no me sorprende para nada su respuesta.

-Buuu, quería verte hoy

-Si quieres voy mañana, ¿puede ir Emi También?

-Claro, prepararemos algo para los cuatro

-Está bien enana, te quiero

-Yo a ti- me despedí

Quede con Izrael de que me recogería a las 7 pm, pero ya iban 20 minutos de retraso y decidí enviarle un mensaje, lo conocía y ya tenía mal presentimiento.

V: 7:25 p.m.Izrael, ¿quedamos en que a las 7 no?

V: 7:50 p.m Izraelll

I: 8:03 p.m Perdón Amor, pase a comprar algo, te tengo una sorpresa

V: 8:03 p.m Está bien amor, besitosss

Pasó una hora desde que le envié el ultimo mensaje, hasta que se apareció... con dos bolsas de McDonals y refrescos.

-Hola amor- Dijo al entrar por la puerta- Te traje McDonals, tu favorita.

-Izrael, puedes ver como estoy vestida?

-Si amor, estas hermosa, como siempre y vamos a pasar un lindo momento- Al parecer no entendía lo mal que me estaba sintiendo con su acción

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-Si amor, estas hermosa, como siempre y vamos a pasar un lindo momento- Al parecer no entendía lo mal que me estaba sintiendo con su acción.

-Ahh ok, saldremos luego de comer verdad?

-Oh amor perdóname, no me refería a eso, me refería a ti y a mi pasando tiempo juntos aquí- una pequeña lagrima se derramó por mi mejilla, estaba furiosa y triste, el se acercó para abrazarme.

-Enserio Izrael, dijiste que era una cita- lo alejé de mí - Esperaba un si amor tienes razón, pero solo se dedicó a decir que yo era una egoísta, que por qué no podía ponerme en su lugar si se había pasado todo el día trabajando y quería descansar, decidí no hablarle más y me fui al cuarto a dormir, el se fue a su departamento.

No puedo negar que esa noche reflexioné demasiado sobre nosotros, éramos muy felices cuando estábamos en el departamento, pero era obvio que no quería que nadie lo viera conmigo.

VivianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora