25. Lejos es mejor

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Viviana

Me levanté temprano tenía clase a las 8:00 a.m. y aunque no tenía ganas de nada, no me gustaba faltar a clases, preparé mi ropa y después de un buen baño y una taza de café estaba lista para irme.

-Arlet ya me voy- grité a mi amiga mientras me colocaba los converse, decidí mudarme con ella despues de que  fui a pagar la renta de mi departamento y resultó no ser ni la mitad de lo que yo pensaba, Izrael habia estado pagando sin que yo lo supiera.

-Ok Vi, Comeremos juntas?-  dijo extrujando sus ojos recien abiertos, gracias al cielo se habia transferido de universidad, no a la misma que yo, pero sí mas cerca. 

-Sip, seguro- me despedí de ella y me fui hasta la universidad, al llegar me senté junto a Marisol últimamente ella y Max estaban en todas mis clases y nos estábamos volviendo muy grandes amigos.

-Tenemos que juntarnos para hacer la tarea de genética-Dijo Max mientras caminábamos hacia la cafeteria, justo despues de clases

-Ew Odio genética-lo interrumpí

-Lo sé- me abrazó y sentí sus calidos brazos sobre mis hombros, creo que Max me estaba gustando- pero hay que hacerlo- continuo hablando, llegamos a la enorme cafetería de la universidad, no habia mucho que pudiera comprar, ya que en vez de cafeteria parecia un  restaurante,  Marisol y Max adinerados al fin compraban todo lo que deseaban, mientras yo preferia una Lays y una botella de agua y aún así estaba fuera de mi presupuesto, pero esos momentos en la universidad con ellos me hacían olvidarme un poco de Izrael, que por cierto no había tenido la molestia de acercarse a mi en estos meses.

Terminé de almorzar y me despedí de los chicos para irme a otra clase, iba caminando al otro edificio y entonces lo ví, llevaba una camisa que hacia ver su hermoso cuerpo y estaba sonriendo, con su grupo de amigos y su novia, estaba lejos y no se dió cuenta de que lo observaba, fue la primera vez que lo ví desde aquel dia en mi casa y sentí como si la herida que se estaba cerrando volviera a abrirse.

El día de universidad había terminado, llegué a la casa y me quité mis flats para sentir el frio del piso en mis pies, tomé mis zapatos y cartera los llevé al cuarto, me tiré en la cama, miré mi celular y ví un mensaje que había llegado, era ese numero desconocido que no dejaba de llamarme desde hace días

Querida Vi, sabes que pronto será mi graduación y quiero o más bien necesito que estés ahí para celebrar a mi lado, no te reprocharé que mantengas tu celular oculto, pero no puedes desaparecer así como así, espero que estés bien

Te quiero un mundo,

Adam

P.D: nana me dió tu numero jjj

Me sentí horrible al ver el mensaje de Adam, el tenia razón, nada justificaba haberme alejado de él y de los gemelos. Le devolví el mensaje y luego comencé a preparar la cena mientras escuchaba el primer capitulo de la nueva temporada de Grey's Anatomy.

-Ya llegamos- gritó Arlet desde la puerta, con quien habrá llegado? me pregunté

-Enana, ¿me guardaste algo de comer? Muero de hambre- dijo Johan acercándose a la cocina.

-Perfecto! cena de mejores amigos- Grité desde la cocina- Y tu Johan morirás con lo que estoy preparando- Los chicos se quedaron en la sala mientras yo terminaba la cena.

–Johan querido, puedes ir a comprar un vino o algo para tomar.

-Está bien, necesitas algo más alcohólica?- preguntó tomando las llaves de su auto

-Ehh Si, de hecho necesito mi café para el mes porque se me acabó y cupcakes de chocolate.

-No me gustan de chocolate- Replicó

-No es mi pro, ya vete- Le dije sonriéndole y salió a comprar la bebida, sería una linda noche con mis dos mejores amigos, lo necesitaba demasiado.

Más tarde Johan había regresado y su cara no era precisamente la misma de hacia un rato, se notaba un poco raro.

-¿Te pasó algo?- le preguntó Arlet

-No, no pasó nada- contestó, ambas nos miramos sabíamos que mentía, pero no quisimos indagar.

-Bien, vamos a comer!- dije llevando los platos hasta la mesa, no sentamos a disfrutar la cena y el vino.

-Están riquísimos amiga- Exclamó Arlet dándole una mordida, miré a Johan esperando lo mismo, pero estaba algo perdido, se dio cuenta que lo observaba y entonces fue cuando dijo que era lo que le preocupaba.

-Vi a Izrael en el supermercado- mi estomago se revolvió al escuchar su nombre, parece que era el día en el que aunque quisiera no iba a poder sacarlo de mi mente, hice un gesto como si no me importara y Arlet tocaba mi mano como en señal de apoyo.

-Eso no fue lo malo- dijo

-¿A qué te refieres?- Pregunté

-El me siguió hasta aquí

-¿Qué?- dijo Arlet –Pero Johan- Le reprochó

-Como iba yo a adivinar que él me seguiría 

-Está bien no es tu culpa- dije calmándolo, de hecho me sorprendía que Izrael había tardado tanto en averiguar mi dirección – Tal vez piense que tu eres quien vive aquí

-Viviana- Johan habló – llevaba una caja de cupcakes de chocolate y 3 paquetes de café y debo mencionar que Izrael sabe lo poco que me gusta el café.

-Ay ya!-los detuve- de todas formas no me importa, si el hubiese querido buscarme ya lo hubiese hecho- y es cierto, no creo que el tenga el atrevimiento de venir a mi casa y sé que de todas formas en la fiesta de Adam me encontraré con él, voy preparada mentalmente para soportar verlo con ella.

VivianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora