Despertar a su lado no tiene comparación, el aspecto de chico malo lo perdía por completo con esa carita de angelito, su pelo destilaba un rico olor, sus ojos entreabiertos y mis ansias de escuchar su voz formaban el ambiente perfecto.
-Hola- dijo con una hermosa sonrisa y pasando sus manos por su cara.
-Hola- le contesté - ¿Quieres café?
-Mejor no, creo que se me hace tarde para mi clase- lo abracé por unos segundos y fui hasta la cocina, no sabía dónde estaba la maquina del café o el café, pero estoy segura de que fue lo primero que compré para mi nuevo hogar. Después de que Izrael se fué comencé a desempacar, ese día solo tenía una clase y necesitaba organizar mis cosas.
-Rayos! Necesito mas ropa!- me dije a mi misma mientras organizaba mi closet, esto sin embargo implicaba algo, tener que pedirle a dinero a mi madre para comprar ropa, lo que para ella era una pérdida de dinero innecesaria.
–Mamá vamos! necesito ropa nueva, necesito dinero para la comida, las cosas no serán iguales que cuando vivía en la mansión- le decía por teléfono y para mi sorpresa, ella entendió
-Esta bien Viviana, veré como lo hacemos- me dijo
-Enserio mamá- dije feliz.
-Si hija y cuéntame todo sobre tu departamento- Le explique todos los detalles de mi nuevo lugar favorito y sobre las cosas que necesitaba.Terminé de hablar con mi madre y volví a mi labor de organización, en la tarde ya había avanzado bastante y era hora de ir a la universidad, pero antes decidí enviarle un mensaje a Izrael, lo extrañaba demasiado.
V-Bebe ya saliste?
I-Si amor ¿Cómo estás?
V-Bien, puedo verte antes de entrar a clases
I-amorrrr, lo siento es que tengo que buscar el material para una tarea.
V-Ok bebe, te amo
I-Yo mas mi niña hermosa
Esperaba verlo antes de clase y así no sentirme tan fuera de lugar, pero ni modo, hoy me la pasaría sola, de mis mejores amigos solo Johan había conseguido entrar a la misma universidad, pero no coincidíamos en todas las clases, Arlet esperaría un semestre más para iniciar la universidad, pero aun así estaba dispuesta a que nos viéramos semanalmente y eso me hacía muy feliz.
Llegué al salón todavía no habían muchos estudiantes, tomé el primer asiento que vi en la segunda fila, no quise si quiera mirar alrededor, comencé a jugar con mis lápices.
-Disculpa puedo sentarme aquí- preguntó una chica
-Sí, claro- lo primero que noté fue su corte de cabello, casi estilo masculino, valoro las agallas de una chica a dejar ir el cabello que la ha acompañado durante años, yo no tendría tanta fortaleza de hacerlo, volví a mirar hacia mi pupitre, pronto el profesor llegó y dio una clase muy interesante acerca de la fisiología del cuerpo humano.
-Oye, cómo te llamas?- preguntó la chica con voz baja
-Viviana ¿y tú?- contesté susurrando para que el profesor no escuchara.
-Me llamo Marisol, pero me dicen Lola-dijo sonriendo- oye crees que puedas prestarme los primeros datos del profesor? me los perdí por estar buscando mi lapicero.
-Ok, cuando termine la clase te los presto- y volví a fijar mi atención al profesor. La clase terminó y le cedí los apuntes a mi nueva y muy conversadora compañera, resultó vivir cerca de mi departamento y tener la mayoría de clases conmigo incluso se ofreció a acompañarme a la tienda por la lista de cosas que faltaban en la casa.
-¿Hola?- dije entrando al departamento, ya era de noche y las luces estaban encendidas así que me imaginé que Izrael estaba ahí.
- ¿Dónde has estado?- fue lo primero que dijo-te he llamado varias veces- dijo un poco molesto
- El celular estaba en vibrador amor- le di un pequeño beso, coloqué mi bolsa sobre la única mesita de la casa y me quité los zapatos, el frió del piso hizo que me relajara - Fui a la tienda por cosas para la casa.
-Eso veo, pensé que te había pasado algo, me preocupé bastante- dijo abrazándome, extrañé sus abrazos todo el día.
-No, yo sé cuidarme sola- me separé de él y me dirigí al cuarto, el me siguió
-Segura- preguntó
-Sí, eso creo- dije acercando mis labios hacia él, iniciando un rico beso.
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Viviana
Teen FictionViviana- Sirvienta, Mejor Amiga y Amor de mi Vida .. Izrael y Viviana vivieron en la misma casa desde su infancia, aunque no en las mismas circunstancia, el era el hijo de los dueños, ella era la hija de la sirvienta, entre ellos nacieron sentimient...