La estupidez no tiene límites, menos para mí.
En lo largo de mi vida, las lecciones han golpeado con fuerza a mi puerta, demostrándome que ser el típico malvado con corazón de hielo no es algo bueno siempre. He lastimado, lastimé hasta a mi hermanita, algo de lo que nunca podré olvidarme, lastimé a personas que no merecían ser lastimadas...
Pero ya no hay marcha atrás.
—Esta será la habitación del bebé, ¿te gusta?
Mientras mi hermana caminaba por la habitación, señalando cada rincón, diciendo donde pondrá la cuna y las diferentes cosas, yo sólo podía mirar su barriga. Siempre pensé que para el momento en el que mi hermana se casara, yo ya estaría casado y con tres hijos. Sin embargo, estoy soltero y cansado de la vida.
—Muy pequeña para la habitación de una niña —le dije y sonreí cuando me miró con odio.
—¡Es perfecta! Y aún no sabemos si será niña o niño —llevó su pequeña mano a su barriga, sonriéndole con ternura—. Eso no importa, sólo me importa que nazca bien.
Veo la vida de mi hermana y me siento feliz por ella. Encontró a un maravilloso hombre que la cuida y protege, ha logrado hacer su camino como artista, nuestros padres están orgullosos de ella... lo tiene todo. Cuando era pequeño, prometí que cuidaría siempre de ella pero ahora, ella ya no me necesita. Ya no es la pequeña niña indefensa que corría a mi cuando tío Lucas la molestaba, o que se escondía debajo de mis sábanas ocultándose del monstruo bajo la cama.
Ya es una mujer.
—Creo que me iré a vivir a Los Ángeles —dije sin mirarla. No puedo ver sus ojos grises, soy muy débil ante su mirada—. Mamá y papá necesitan ayuda con la agencia de modelaje de allí y no quiero que papá se la pase viajando cada semana.
—¿Estás seguro que es eso y no por Susy?
—Ya te he dicho que ese bebé no es mío, Demi —le recordé con molestia.
—Lo siento pero tengo mis dudas —voltee a verla, tenía los brazos cruzados y una mirada acusadora—-. Eres el único que estuvo con ella, no la vimos con nadie más.
—¿Qué sé yo? Además...—cerré los ojos y apoyé la espalda contra la pared— no tuve nada con ella, al menos nada que la haya podido dejar embarazada.
Susy, la mejor amiga de Asheron, no es la mujer que quiero. Ni siquiera es la mujer que deseo para una noche. Es muy linda y agradable pero tiene responsabilidades que aún no quiero. No quiero ser padrastro, mucho menos de una niña dulce como lo es Rosie.
No soy el mejor ejemplo de padre.
—Oye —abrí los ojos cuando sentí su suave mano en mi mejilla. Mi hermana me sonreía con ternura, sus ojos brillaban aún más de lo normal gracias a su embarazo. Ese lindo brillo de amor maternal—, sólo quiero tu versión de los hechos, nada más.
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Hamilton Playboy |Serie Hamilton| #2.7 (TERMINADA)
RomanceUna apuesta, llevándonos a sufrir las consecuencias de no medir las palabras estando enfurecidos, lastimándonos, terminando lo poco que habíamos conseguido. Para Gregg Hamilton, enamorarse era clavarse otra espina en el corazón. ¿Para mí? Enamorar...