Capítulo 2

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¿Qué es el amor cuando no amas? Una palabra vacía, un sentimiento sin sentido, un mito, algo completamente

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¿Qué es el amor cuando no amas? Una palabra vacía, un sentimiento sin sentido, un mito, algo completamente...

Necesario.

—¡La gran hija de su madre! —gritó Marcus, mi mejor amigo, leyendo una revista— ¿Has visto esto? ¡Es jodidamente ardiente!

Sonreí por sus cómicos gestos, casi derritiéndose por el modelo de la revista.

—¿Quien es ahora? ¿El hijo de uno de los "Jonas Brother"? —pregunté para molestarle un poco.

—¿Qué dices? Hablo de este guapetón.

Casi me atraganto con mi barra de cereal con mermelada de fresa, cuando giró la revista, dejándome ver la imagen de Gregg en bóxers. Últimamente estoy encontrándome con muchas fotos de él con poca ropa... y sin nada.

—Que poca estima la que se tiene al aparecer así —voltee a ver a la televisión, la cual estaba apagada, pero que por alguna razón me parecía interesante.

—Pues yo disfrutó mucho de las vistas y sé que muchas más también, incluso otros hombres —mordí otro pedazo de la barra, su mirada estudiando mi expresión—. ¿Cuál es vuestro problema? ¿Aún no superan esos besos tontos?

No, por supuesto que no. Mientras que yo aceptaba sus besos, con el corazón latiéndome con prisa, mi sangre yéndose a mis mejillas por el calor del momento, las mariposas en mi estómago... él no sentía nada más que una incomodidad entre sus piernas. Es la diferencia entre él y yo, que yo sí creo en el amor mientras que él, cree en el placer sin sentimientos.

—Soy demasiada mujer para tontear con un mujeriego.

Dejé el envoltorio de la barra en la mesa de centro, me levanté del sofá y salí de la sala.

¡Maldito, Gregg! Me arruina los días aún sin su presencia física.

No sé cuál es el problema de ese idiota al ser tan... tan... ¡Hamilton! Demonios, adoro a Zac y a Alex, incluso me llevo de maravilla con los Hamilton adultos, pero Gregg es insoportable. Me ignora, me empuja con el hombro cuando pasa a mi lado, me responde mal, es como si fuera la jodida peste.

Apuesto mis ahorros a que ese imbécil nunca ha estado enamorado de verdad.

Maldije cuando el teléfono del apartamento sonó y tuve que ir a contestar porque Marcus es un flojo que no le gusta responder el teléfono. ¡Menudo compañero el que tengo! Me miró cuando levanté el teléfono, que estaba a la par suya, y lo puse en altavoz.

—Hola —dije desanimada, no tengo mucho ánimo de hablar con nadie.

—¡Cristal! ¿Quisieras venir mañana, a las ocho de la noche, a mi mansión? Tendré chicos guapos y desnudos.

La voz chillona de Elizabeth, llenó el silencio en el apartamento, volviéndola aún más molesta que de costumbre.

—Gracias pero no me gustan ese tipo de fiestas —respondí cordial, aun que siendo sincera, no me gusta ninguna fiesta y listo.

Hamilton Playboy |Serie Hamilton| #2.7 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora