Soy un desastre andante.
—No pongas esa cara, Greggory —me dijo mamá, atando el nudo de la corbata.
—No me llames Greggory, madre —agarré sus manos y las besé, sonriendo ante su rostro de madre enfadada—. Te amo, pero debes dejar de meterme en problemas.
—Es una fiesta, no un club de strippers —soltó sus manos de mi agarre para agarrarme de las mejillas y mirarme fijamente a los ojos—. Mantente sobrio y estarás bien.
Soy un fantástico hermano, pues logré salvar a Alex de ir a esa fiesta aburrida de mujeres "semi ricachonas" con el ego mas elevado que el de tío Lucas. Y eso que él es el hombre con mas dinero en el mundo entero.
El problema de asistir, además de tener que ser el acompañante de mamá, es que Cristal irá. Después de haber pasado unas tres horas desde nuestro último encuentro, estoy más calmado.
Pero calmado no es sinónimo de "ya no estar dolido". Me duele que siempre piense mal de mí, aunque en muchas ocasiones yo igual he pensado mal de ella, sin embargo, creí que eso era del pasado. Mi reacción tampoco fue la mejor de todas, pero cuando la vi sonrojarse ante la mención de Chad, enfurecí.
Chad es parte de la familia, mis padres lo cuidaron como a un hijo mas a pesar de ser el medio hermano de papá y eso es genial. Pero ahora los veo a ambos y parece que están mas orgullosos de él que lo que están de mí. Me esfuerzo día a día en el trabajo, ayudo a papá en lo que puedo. Es cierto que antes me tomaba mas tiempo para ir a fiestas y tontear con mujeres, pero ¿no es lo que hace un adolescente normal?
—Siempre meto la pata con Cristal —murmuré. Mamá dejó de arreglarme la corbata para mirarme con ternura.
—Eres igual que tu padre, de eso no tenemos ninguna duda.
—Lamento ser una desgracia de hijo...
Jadeó horrorizada por mis palabras y rápidamente me abrazó. Me aferré a ella, ocultando mi rostro en su cuello, al igual que lo hacia cuando era un niño pequeño. Mientras que mi hermana corría a brazos de papá, yo siempre buscaba a mamá para que me consolara. Es la mujer que mas amo, un ejemplo de mujer perfecta. Quiero encontrar a una mujer que ella apruebe, porque su aprobación me importa demasiado. En ocasiones, creo que me paso un poco con eso.
—Eres mi maravilloso niño, el primero que me llamó mamá y el primero en provocarme mil mini infartos —susurró acariciando mi cabello con suavidad—. Aun que siempre has sido un poco difícil de cuidar, estamos muy felices de ser padres de un maravilloso hombre y estoy aun mas feliz de ver un gran cambio en ti.
—Tanto tiempo queriendo que deje las fiestas y ahora tu me meterás en una —le dije bromeando.
—Si quieres le digo a Asheron que me acompañe —me separé de ella para mirarle sorprendido—. ¿Qué? Que sirva para algo mas que para darme nietos.
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Hamilton Playboy |Serie Hamilton| #2.7 (TERMINADA)
RomanceUna apuesta, llevándonos a sufrir las consecuencias de no medir las palabras estando enfurecidos, lastimándonos, terminando lo poco que habíamos conseguido. Para Gregg Hamilton, enamorarse era clavarse otra espina en el corazón. ¿Para mí? Enamorar...