Dedicado a -ACityGirl (tú te mereces el cielo, linda. Siempre estás presente con un lindo comentario *le da un abrazo de oso*)
Nota: shot escrito antes de saberse los sucesos de End Game. O sea que le mandé una tremeeenda fruta.
🕷
Llevábamos ya algunas semanas intentando traer de vuelta a los desaparecidos, y por más que la mayoría de la gente diera por muerta a la otra mitad, los vengadores no nos daríamos por vencidos tan fácilmente.
—Entonces... ¿cómo haremos esto exactamente?—observaba cómo Tony y Bruce examinaban las gemas del infinito y el guantelete.
—Creemos que la gente está atrapada en la gema del alma así que, con ayuda de las otras, haremos que regresen.—
—Gracias por haberlo dicho en español.—Banner sonrió.
—Supuse que lo preferías simplificado.—
Stark activó una maquinaria, y casi de inmediato las gemas se iluminaron. Un portal blanquecino apareció en el lugar.
—Bueno... ¿quién va primero?—miré al dios del trueno—. Oh no, tú no, enana. Puede ser peligroso. Mejor que vaya Stark.—Tony lo miró molesto.
—No, iré yo.—
Antes de que pudiese detenerme, me metí en aquel portal. Una luz muy brillante me hizo cerrar los ojos, los cuales no abrí hasta que todo estuvo oscuro de nuevo. Una especie de colina llena de gente apareció frente a mi, y de no ser por el inusual cielo rojo, podría decir que se parecía muchísimo a la tierra.
—¿de dónde vienes?—una mujer se acercó a mi preocupada.
—Vengo a rescatarlos, crucen el portal y volverán a Nueva York.—
La gente comenzó a correr hacia el portal sin dudarlo, mientras que yo buscaba con desesperación a cierto chico. Los minutos pasaban y poco a poco la gente fue siendo cada vez menos.
~¿enana?~Thor me llamó por el auricular.
—Aquí estoy ¿qué sucede?—
~Stark está moviendo a la gente, es demasiada, necesitamos tu ayuda.~
—No puedo, estoy esperando a Peter.—
~Ya podrás ver al chico insecto en un rato, ven aquí.~suspiré.
Atravesé el portal y comencé a ayudar a las personas a subir en los transportadores.
—¿no hay noticias de Peter?—escuché la voz de Stark a mis espaldas.
—Tal vez las tendría si no me hubiesen enviado aquí a señalarle a la gente que se suba al gran coso flotante. Es la tarea más estúpida que me has dado hasta ahora, y eso que tuve que enseñarle a Visión lo que son las puertas...—
—Tranquila, Peter esta bien.—
—Eso no lo sabes, algo pudo haberle pasado y... no soportaría perderlo.—
—¡lo sabía! Te gusta el niño araña.—
—¿y qué si me gusta?—volteé a verlo, encontrándome a Peter junto a él—. Hola...—solté nerviosa.
—Hola.—se acercó a mi—. Así que... te gusto.—sonrió tiernamente.
—Como si no lo supieras...—miré a Tony—. Y tú ¿por qué no me dijiste que estaba aquí?—se encogió de hombros.
—Ustedes son el uno para el otro, pero son tan infantiles que no lo pueden ver. Yo sólo... les di un empujoncito.—sonrió antes de irse.
—¿estás bien?—Peter asintió—. No tienes idea del miedo que tenía, creí que... te perdería.—
—Yo creí que te perdería a ti, que coincidencia.—sonreí antes de abrazarlo—. ¿crees que el señor Stark tiene razón?—Me separé levemente de él—. ¿somos el uno para el otro?—
—Bueno... supongo que tendremos que averiguarlo.—Peter sonrió avergonzado.
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