Steve, Tony y yo desayunábamos tranquilamente, mientras me dedicaba a enseñarle al capitán a usar cierta cosa en su celular.
—¿con esto lo captura?—
—Sep.—
—¿le enseñas al abuelo a sacar fotos?—soltó con tono burlón Tony mientras bebía de su café.
—Eh... sí, algo así.—respondí divertida mientras un pequeño Pikachu aparecía justo en el hombro de Tony.
—Necesito sacarle una foto a eso...—soltó Steve entre risas mientras tomaba una captura de la divertida escena.
—¿me sacaron una foto?... igual no me preocupa, de seguro salí espléndido.—
—¿quieres ir a dar un paseo conmigo más tarde?—me preguntó Steve, tomándome por sorpresa—. Podemos capturar algunos bichitos más, eclosionar huevos y, ya sabes,... ¿tomar un helado?—sonrió avergonzado.
—¿eso es una... cita?—solté divertida al ver lo nervioso que estaba.
—¿tal vez?—
—Pues me encantaría salir contigo, Steve.—el capitán sonrió ampliamente.
—¿puede haber algo mejor que una cita entre dos cuarentones cazando monstruos de mentiritas mediante un juego diseñado para niños?—Tony nos miró antes de ponerse de pie—. Si lo hay... no quiero enterarme.—le dio un último sorbo a su café—. Suerte en su viaje Pokemon, nerds.—se retiró.
—...—
—...—
—¿publicamos la foto del Pikachu y Tony en todos lados?—
—Esperaba que le preguntases.—Steve rió por lo bajo mientras subía la foto a la red—. Nos matará cuando sepa lo que hicimos.—
—En ese caso, vayamos por esos helados ahora ¿qué tal una pizza antes?—
—Estamos desayunando...—
—Oh, Steve. Yo tengo hambre a todo rato.—lo tomé de la mano y lo arrastré fuera de la cocina.
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