°Warren Worthington°

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*El verano había llegado, por lo que la pileta de natación fue abierta para que puedan usarla en vacaciones. Por tu parte, no disfrutabas mucho la piscina, no sólo por el hecho del maldito traje de baño, sino también porque no sabías nadar. Pero en esta ocasión había una razón muy válida para ir a ocupar una de las tantas sillas alrededor de la piscina.*

¿Qué haces?—soltó Ororo mientras se sentaba a mi lado, dándome un pequeño susto.

—Nada, sólo disfruto del sol.—exclamé mientras miraba fijamente al chico que acababa de sumergirse en el agua.

—Así que el sol está en la cara de Warren, no lo sabía.—exclamó la chica en tono burlón.

—Me descubriste, me encanta mirarlo nadar, es tan perfecto. Ya veo de dónde salió su apodo, un ángel caído del cielo sin dudas.—

—Eres una babosa...—

—Sí, lo soy. No voy a negarlo. Después de tantas idas y vueltas, haber recibido a Warren en la escuela fue la mejor decisión del profesor Charles.—

—Fue una lástima lo de sus alas...—exclamó la chica, recordándome el accidente en el cual el chico casi muere—. Bueno... tú sigue babeándote por el chico, yo me retiro.—Ororo se levantó nuevamente y comenzó a alejarse—. ¡hey, Warren!—gritó llamando la atención del rubio en el agua—. Pregunta ____ si puedes enseñarle a nadar.—la miré molesta.

—Claro.—soltó Warren, quién comenzaba a salir de la piscina y se acercaba a mí—. Así que no sabes nadar...—asenti avergonzada—. No te preocupes, 5 minutos conmigo y serás nadadora profesional.—me guiñó un ojo haciendo que todo en mi interior se revolviera.

Después de negarme a usar bikini, tuve que ceder, pues no estaba permitido meterse a la piscina con ropa que no fuese el maldito traje de baño.

—Te queda lindo.—soltó el chico al verme llegar.

—Sí, claro...—aparté la mirada.

Me metí a la piscina, el agua era agradable.
Comenzamos con los ridículos movimientos de manos y pies, y después de unos minutos, Warren insistió en que debía ir a la parte profunda.

—Voy a morir ahogada en una pileta, la muerte más tonta de todas.—exclamé mientras miraba con algo de miedo la otra punta de la pileta.

—No te preocupes, yo te esperaré del otro lado.—Warren se sumergió en el agua y segundos después surgió en una de las esquinas de la parte profunda. Suspiré.

—Si no salgo enseguida o empiezo a convulsionar, sácame ¿si?—el chico asintió sonriente.

Tomé una buena bocanada de aire mientras disfrutaba de mis últimos segundos haciendo pie y me sumergí en el agua.
En un principio creí que todo saldría bien, hasta que veo como el fondo de la pileta se volvía más y más negro. Empecé a quedarme sin aire, y cuando quise volver a la superficie, sólo lograba hundirme más y más.
En ese momento sentí como unos brazos me sacaban del agua.

—Tranquila, ya te tengo.—

Me aferré con fuerza a la espalda del chico, sintiendo dos montañitas extrañas en su espalda.
Warren notó esto, por lo que me dejó rápidamente en la parte playa de la pileta y salió del agua, cubriéndose la espalda con una toalla.

—Creo que... deberíamos dejar la práctica aquí.—soltó en voz baja.

—¡espera!—salí de la piscina y me acerqué a él—. Esas cosas que sentí eran...—

—Mis alas, sí.—suspiró con pesadez—. Charles fue muy bueno al recibirme aquí, y más teniendo en cuenta que ya nisiquiera cuento como mutante.—

—¿no volverán a crecer?—

—Antes, cuando era pequeño, solía cortarlas a propósito, me avergonzaban. Pero rápidamente volvían a salir. Después de lo que Apocalipsis les hizo, hacerlas de metal... no volvieron a crecer y dudo mucho que lo hagan.—

Había visto a Warren feliz, enojado e indiferente, pero nunca lo había visto triste.
No me gustaba para nada.

—Déjame verlas.—a pesar de que en un principio pareció no ceder, terminó quitándose la toalla y se dio la vuelta.

Podían verse lo que parecían ser dos huesos saliendo de sus omóplatos.

—Tal vez no lo sepas, pero mi mutación me permite curar heridas. Podría... intentar hacer algo con estas.—

—Para curar algo, debe estar ahí. Mis alas ya no existen, ____. Aunque gracias por intentar.—

Al ver la triste sonrisa en su rostro, no pude evitar abrazarlo.

—Crezcan o no, estaré contigo. Después de todo, tú no me dejaste hundirme, haré lo mismo por ti.—

Sentí como los brazos de Warren me rodeaban, haciendo que mi corazón latiera con fuerza.

—Gracias...—sonreí contra su pecho.

—sonreí contra su pecho

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~° One Shots e Imaginas de Marvel (Libro Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora