*cuando viste aquella nave acercarse a Nidavellir, decidiste apurar el paso, pues la vida de tu amigo podría estar en peligro*
Al recibir aquel mensaje de ayuda de Eitri, subí rápidamente a mi nave y partí rumbo a Nidavellir. Cuanto estaba llegando al lugar, vi una nave espacial aterrizando en el área de forjado. Preocupada por la salud de mi amigo, pisé el acelerador, para terminar aterrizando sin mucho cuidado cerca de la nave intrusa.
—¡Eitri!—solté asustada al bajar de la nave.
Al no obtener respuesta, tomé mi espada con firmeza, haciendo que el filo comenzara a desprender pequeños rayos. Caminé a paso lento por el lugar, cuando un crujido detrás mío me puso en alerta. Giré rápidamente, dispuesta a rebanar al intruso, pero me detuve.
—¿¡qué eres!?—solté al ver un ¿arbol?—. ¿donde está Eitri?—
La criatura sólo me miraba fijamente.
—¡Groot!—un mapache se acercó junto a mi amigo—. ¿estás bien?—el animal me miró—. ¿quién diablos eres?—
—La pregunta aquí es quiénes son ustedes ¿por qué no contestabas, Eitri?—miré molesta a mi amigo.
—Ayudaba a Thor a crear una nueva arma. Larga historia, pero creo que estos chicos necesitan tu ayuda.—
Miré al mapache y al árbol.
—Soy ____, lamento la brusquedad.—
—Rocket.—le dediqué una pequeña sonrisa.
—¿tú eres Groot?—le tendí la mano al árbol, quien tomó mi mano algo nervioso.
Para mi sorpresa, una pequeña flor blanca surgió de entre sus dedos, la cual me entregó con una pequeña sonrisa.
—Yo soy Groot.—soltó en voz algo baja.
—Gracias...—
—Tranquilo, amigo. Controla a tu ramita.—soltó el mapache, ganándose una mirada molesta de Groot.
Thor apareció y me contó rápidamente lo que sucedía, por lo que decidí ayudarlo.
—¿listos? Activaré el bifrost.—soltó Thor mientras tomaba con firmeza su hacha.
—Tranquilo, Groot. Todo saldrá bien.—le dediqué una sonrisa, intentando calmarlo un poco.
—Yo soy Groot.—
—Dice que tiene miedo. No seas cobarde, Groot.—soltó Rocket.
Tomé la mano de Groot antes de volver a sonreírle.
—No te preocupes, estamos juntos en esto.—
—Creo que le gustas al árbol.—soltó Thor antes de transportarnos a la tierra.
Durante el breve viaje, Groot no soltó mi mano. Es una criatura muy simpática, y pensar que casi lo corté a la mitad hace un rato.
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