~° One Shots e Imaginas de Marvel (Libro Terminado)

°Evan Peters°

—¿amor?—entré algo preocupada al departamento de mi novio, pues llevaba un par de horas intentando comunicarme con él y no me respondía—. ¿Estás en casa?—al asomarme por el pasillo, lo vi acostado en el sofá.

La televisión estaba con el volumen bastante alto, mientras que Evan se mantenía tapado con una manta.

~En el episodio anterior de...~

—¡Ya sé lo que pasó, Netflix. Llevo aquí toda la noche!—exclamó molesto el chico mientras apretaba apresurado los botones del control remoto.

—¿estuviste aquí tirado 8 horas?—me senté en el sofá, asustando un poco al chico.

—¿8 horas? Nah... 12 horas... mínimo.—enarqué una ceja.

—Te estuve llamando, Evan. Estaba preocupada.—

—Perdón, linda. No pensé que la serie fuese tan buena.—

—¿Olvidaste el trato? Si alguno de los dos encontraba una buena serie, le avisaría al otro para verla juntos.—hice un leve puchero.

—Perdón, pero no creí que te gustaría la serie. Es un poco aterradora y tú eres... ya sabes, un poco miedosa.—enarqué una ceja.

—Al final ese tipo muere y los demás logran escapar del centro comercial.—solté señalando la pantalla.

Peter me miró inexpresivo para luego apagar la televisión.

—¿Sabes? Creo que te odio.—frunció sus labios en una sonrisa.

—Mmmm... no, sé que no me odias.—suspiró.

—cierto... ¡diablos!—reí—. Te amo, pero te odio por arruinarme la serie ¿qué veré ahora?—me acomodé a su lado y volví a encender la televisión.

—Pues... podemos seguir viendo esta.—

—¿por qué? Si acabas de arruinármela.—

—Ah, eso... sólo estaba bromeando. En realidad no terminé de ver la serie.—el chico me miró sorprendido para luego empujarme suavemente con una sonrisa.

—Eres mala ¿sabes?—reí antes de acomodarme a su lado.

—Ya, dale a play y cállate.—

Unas pocas horas después, ya habíamos terminado la primer temporada, por lo que buscamos emocionados cuándo estrenaría la segunda.

—Oh oh... la cancelaron.—solté mientras le mostraba la noticia en mi celular.

—¡mierda!—

—Ya, tranquilo. Podemos usar la imaginación ¿sabes?—Evan enarcó una ceja mientras se sentaba en el sofá.

—Dudo tener tanta imaginación...—

—Además, estaba basada en un libro. Leamos el dichoso libro y asunto arreglado.—

—¿es en serio?—asentí.

Evan se puso de pie y se acomodó rápidamente la ropa.

—¿vas a algún lado?—

—A comprar los dichosos libros ¿vienes conmigo?—

—¿bromeas?—tomó las llaves del auto.

—¿parece que bromeo? Vamos, mueve ese lindo trasero y sube al auto. Ya quiero saber qué pasó con la maldita niebla...—

—Al parecer te pegó fuerte la serie...—sonrió divertido mientras me lanzaba una chaqueta.

En sólo 30 minutos, ya estábamos de vuelta en casa con nuestros libros y algo de comida rápida.
Desvié la mirada de mi lectura para comer un poco de mi ensalada, cuando noté lo concentrado que Evan estaba con su libro.

—Te ves tan sexy leyendo...—el chico sonrió antes de mirarme.

—Y tú te ves sexy con lechuga entre los dientes.—rápidamente me miré en el reflejo de mi celular—. ¡ja! Te hice mirar.—

—Idiota...—

—Te amo, linda.—soltó antes de comer un poco de su sándwich.

Lo miré por unos segundos antes de comer un poco de ensalada y retomar mi lectura.

—Y yo a ti, Evan.—

Ambos pasamos el resto de la noche leyendo los dichosos libros y charlando sobre estos.
Solo con Evan, una maratón de series podía terminar con libros y cena a las 7 de la tarde.