*Chris y tú se habían conocido en la grabación de Capitán América y no tardaron demasiado en darse cuenta de lo mucho que se amaban. Ahora, algunas semanas después del estreno de Infinity War, habían dado el siguiente paso: vivir juntos*
—¿cómo fue tu día?—Preguntó Chris al entrar en la sala.
—Bien, fui a visitar a Helen ¿puedes creer que el pequeño Scott te prefiere a ti, o sea, al Capi?—el hombre rió.
—Hasta tu sobrino me adora...—
—Me dijo "me da igual si te reviven, mientras que Steve siga vivo"... maldito enano, hirió mis sentimientos.—suspiré—. ¿ya llegaron todas tus cosas?—Chris se sentó a mi lado.
—Sí ¿Y las tuyas?—
—Faltan algunas cajas.—recosté mi cabeza en su hombro—. ¿de verdad crees que esto saldrá bien? Digo, soy muy desordenada y suelo levantarme muy tarde.—escuché a Chris reír suavemente.
—No te preocupes, yo tampoco soy perfecto. Según mi familia ronco de noche.—lo miré seriamente.
—Voy a tener que meterte un calcetín en la boca.—Chris sonrió antes de rodearme entre sus brazos.
—De verdad me pone muy feliz que estemos aquí, juntos.—asenti—. Ahora, sólo nos falta una cosa.—
—¿Y qué sería esa cosa?—
—Bueno... casarnos.—sonrió avergonzado—. ¿tú no lo deseas?—
—S-sí, bueno... no sé. Te amo demasiado, pero conozco a demasiados amigos que después de casarse, la relación cambió y todo se fue al demonio.—posé mi mano en su mejilla—. No quiero que un anillo y unos papeles cambien lo que tenemos.—
—Y no lo hará.—Chris me besó dulcemente—. Nada podrá cambiar nuestro amor... eso sí sonó cursi.—reí—. Además, esto pondría muy feliz a tu sobrino ¿cómo crees que se pondrá Scottie al saber que su tía se casará con el Capitan América?—sonreí.
—Bueno, es una razón muy válida.—
—Entonces... ¿aceptarías casarte conmigo en un futuro cercano?—
Miré fijamente esos ojos que tanto me encantaban y sonreí.
—Me encantaría casarme contigo, Capipaleta.—
El hombre sonrió ampliamente antes de estrecharme entre sus brazos y besarme.
—Gracias a Dios entendí esa referencia.—
Ambos nos quedamos un buen rato abrazados, conversando de vez en cuando o simplemente disfrutando de nuestra mutua compañía.
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