Estaba frente al espejo pasando un labial neutro por mis labios, finalizando mi maquillaje.
Con unas botas de tacón negras y unas medias largas del mismo color para cubrirme del frío, un vestido azul de mangas con botones beige adornando el modelo. Mi cabello callendo con suaves ondas y mi bolso en mi hombro me da la aprobación de estar lista.
Pero antes cierro la caja musical de Kaled que había tenido cuerda mientras me arreglaba. Me despido de la caja como si fuera Kaled.
- ¡Eleanor! ¡Vinieron por ti! - me aviso mi madre.
Tropezando con mis zapatos en el suelo me río de todo el desastre en mi habitación.
- ¡Bajo enseguida! - le grité de vuelta al momento en que ordenaba un poco mi habitación, nadie quiere un Demonio al ver este desastre.
De hecho, yo quiero.
Con ese pensamiento divertido cerré la puerta detrás de mi y bajé las escaleras.
Al hacerlo vi a mis primas junto con Adriano, mi madre me miraba divertida. Mis primas me saludaron y Adriano besó mi mejilla, mi progenitora se acercó a mi entre cerrando los ojos.
- ¿Desde cuándo te maquillas? - me susurró y yo me le di un codazo en el brazo. - Qué se diviertan!
Salimos rodando los ojos, al momento en que lo hicimos Adriano habló por todos.
- ¿No viene él? - preguntó curioso y mis primas asistieron.
Mordí mi labio algo nerviosa, no quería dar detalles que terminarían por hacerme sentir mal de nuevo.
Me fui por el camino en el que todos entenderían.
- Se fue, su estadía era temporal. - les sonreí y caminé hacía el auto de Adriano, no tenía nada más que decir al respecto.
Victoria puso su mano en mi hombro para susurrar.
- Volverá. - y le creí, creí en esas palabras.
Sabía que volvería y sería como siempre a sido, me abrazaría y diría que me quiere. Quizás sería un galán de telenovela al volver, o sería el mismo Kaled dulce de siempre.
Me convencí de que él volvía a estar en mi mente, que me escucharía y viera lo que veo. O al menos intenté convencerme de ello.
Al estar de camino al parque de diversiones me percaté de que Hellen y Victoria no han hecho más preguntas sobre lo que pasó con Kaled, y lo agradezco, ya que no quiero seguir deprimida por el tema.
Adriano encendió la radio y sonó la canción de "The Chainsmokers - The One." No es que sea una gran fanática, pero me gusta.
Lo que quedó de recorrido me la pase mirando la ventana, ver como las casas con sus familias pasaban por mi visión me hizo sentir nostalgia.
Quise dejar de pensar en ese tema, no puedo dedicarme a pensar en él todo el tiempo. Fijé mi mirada ahora en las nubes, con la esperanza de que despejara mi mente.
El recordar que quizás no vuelva por bastante tiempo, o quizás no vuelva...
¡Basta! ¡ DEJA-DE-PENSAR-EN-ÉL!
Suspire para decirme que deje se hacerlo.
Hellen hablaba con Victoria sobre que conoció a un chico, supongo que unirme me haría daño. Preferí escuchar la música que ahora sonaba y recostar mi cabeza en el asiento, sonreí un poco al sentir un cosquilleo en mi.
Kaled - pensé de inmediato.
Pero ese pensamiento se esfumó al pensar en que estaría de maravilla en el Abismo, Alouqua lo esta cuidando a su manera. Ella tiene todo lo que busca en mi, yo no le puedo dar lo que el quiere. Yo no lo puedo querer como él me quiere...
En cambio, Alouqua es hermosa, es inmortal, está para él y... puede estar en mi Mundo como en el suyo.
Negué para concentrar mi enojo en otra cosa, pero no podía simplemente dejar el tema ahí. Kaled vivirá para siempre, yo no.
Miré de reojo a Adriano, un mortal, como yo. Los mortales vivimos cada día como si fuera el último, tenemos familia y nos dedicamos a ser alguien por si mañana llegamos a desaparecer.
Todo acabó al ver el parque de diversiones, observé cada atracción con muchas ganas de subir a cada una.
Al bajar las primeras en desaparecer de mi vista son Hellen y Victoria, no se que planean pero al quedar con Adriano un nerviosismo me invadió.
Caminamos por las atracciones hasta que vi una que llamó mi atención haciendo brillar mis ojos, lo agarré del brazo para arrastrarlo al juego. Él no puso resistencia y dejó que lo llevara, pagó las entradas y al ver a la gente gritar o decir tonterías graciosas me hizo sentir entusiasmada.
Abrieron las puertas y las personas que bajaban del juego reían o lloraban. Un chico reía a carcajadas con sus amigos.
- ¡Sentía que mi corazón se me salía de la boca! - gritaba el chico arreglando su cabello.
Reí un poco para fijarme en su maleta abierta con sus cosas apunto de caerse sus cosas. Me acerqué para cerrarla.
Toque su hombro a la vez que cerraba el cierre de la maleta, él giró y me vio confundido.
- Tu maleta estaba abierta, se te iban a caer tus cosas. - le mencioné y el sonrió de lado.
- Si buscabas una escusa para hablarme, lo has conseguido. - dijo mirándome juguetón.
¿Es en serio?
Torci el gesto al ver como malinterpretaba mi acción, negué para caminar hacía mi asiento. Buscaba a Adriano entre la gente, pero al verlo sentado junto una rubia me fui al otro lado de juego, dónde no había casi nadie.
Al subir y ponerme todas las protecciones mordí mi labio extasiada de adrenalina. Al comenzar sonreía de oreja a oreja, reía a carcajadas al tirarnos hacía abajo y subir de nuevo, levantaba mis brazos sintiendo el viento abrazarme.
Me imaginé a Kaled junto a mi diciendo que esto es cosa de niños, quiero guardar buenos recuerdos de él. Pero siento que lo llegué a conocer tanto que no puedo evitar imaginarlo en todo lo que hago.
Al bajar acomodé mi cabello en mis hombros lo mejor que pude para que no parezca un nido de pájaros.
Adriano era arrastrado por la rubia hacía algún lugar del parque, y eso me hizo entender que estoy sola. Sali para buscar a Hellen o Victoria, pero encontré al chico de hace un momento apoyado en la pared y cruzado de brazos.
Al mirarme sonrió para acercarse, sus amigos ya no estaban y eso me hizo sentir incómoda.
- Estás confun... - no me dejó terminar.
- Vamos preciosa. - me guiño un ojo pero al instante miró encima de mi hombro para ponerse la gorra que tenía en la mano, cubriendo su rostro.
Frunci el ceño para girar y ver un grupo de chicas, le iba a preguntar pero de inmediato tomo mi mano y me vi arrastrada hacía algún lugar.
Su manera de mirar el suelo y cubriendo su rostro me pareció extraño. Pero lo entendí todo al ver un poste con su rostro plasmado.
No podía ser él, el mismo que me arrastraba hacía algún sitio.
¡No puede ser cierto!
¡KALED Y AHORA ÉL!
N/A.
Éste capítulo va dedicado para el culpable de que repitiera 1000 palabras por que me borró el capítulo :"V
¡El mismito!
Aún así te quiero <3 ;)
Jajajajaa♥♥
Nos vemos!
Besitos
R&O.
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Demonio
FantastikLo peor que te puede pasar es que un demonio se enamore de ti... Nunca te dejará en paz... Y Eleanor sabe como se siente eso.